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El trato entre Embraer y Boeing se habría generado a raíz de que ésta última se negó a extender algunos plazos
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La demanda provocó que los directivos de la empresa brasileña defendieran la solidez del negocio
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Sin embargo, los líderes de la organización aceptaron que el 2020 y el 2021 serían mucho peores de lo esperado
A lo largo de las últimas semanas, la industria de la aeronáutica se ha visto afectada de forma muy particular por la crisis sanitaria. Con las restricciones de movilidad, la demanda por viajes es prácticamente cero. Lo anterior no solo afecta a las empresas que ofrecen el servicio de transporte. También las empresas de manufactura aeronáutica, que de hecho fabrican estos vehículos, están en significativos problemas. Y la situación ya empieza a provocar tensiones.
Entre las compañías que empiezan a verse afectadas por estas tensiones en el mercado se cuenta la marca Boeing. De acuerdo con Reuters, la empresa acaba de recibir una demanda de la compañía brasileña Embraer. La organización latinoamericana, también dedicada a la manufactura de aeronaves, tenía planeado cerrar una alianza con la gigante global. El trato está valuado en cuatro mil 200 millones de dólares (mdd), pero fue cancelado el fin de semana.
Cuando se anunció que Boeing no iba a seguir adelante con el trato de Embraer, las acciones de la marca brasileña se desplomaron en un 14 por ciento. Ante el giro de eventos, la empresa latinoamericana presentó una demanda contra su antigua socia. No se conocen a profundidad los detalles de este recurso legal. El CEO de la organización también declinó comentar si el proceso se haría en las cortes de Brasil o si se presentaría dentro de Estados Unidos (EEUU).
Problemas adicionales para Boeing
No solo la compañía de aeronáutica ha decidido cancelar un trato con un antiguo aliado y ha provocado una respuesta menos que agradable. Softbank recibió también una demanda de parte de WeWork, luego que la organización japonesa se negara a comprar tres mil mdd en acciones, como se tenía planeado. Algo similar ocurrió entre L Brands y Sycamore, cuando ésta última reveló su intención de cancelar la compra de Victoria’s Secret la semana pasada.
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Esta nueva demanda podría poner todavía más presión a una compañía que ya está en una situación muy compleja. Hay que recordar que la empresa, desde el año pasado, estaba en varias batallas legales por culpa de su 737 MAX y cómo fue clave en un par de accidentes mortales. Y a eso hay que sumar la baja demanda de viajes de avión en todo el mundo, que también indirectamente afectará sus ingresos y desempeño. Sin duda, una posición difícil.
¿Cuál podría ser el impacto hacia su compañía? Es incierto, considerando que no se sabe con precisión cuáles son los detalles de la demanda que interpuso Embraer en contra de Boeing. Sin embargo, es muy probable que se trate de un recurso sobre incumplimiento de contrato. En este sentido, tal vez lo más razonable sería que ambas organizaciones lleguen a un acuerdo privado. Y depende de qué tan cuantioso sea el arreglo, podría sacar de balance sus finanzas.
Poder de una demanda
Este tipo de litigios legales no son precisamente positivos para las empresas, en especial en estos momentos de crisis sanitaria. Zoom lo sabe muy bien, pues una demanda por temas de privacidad podría terminar de arruinar la racha que había conseguido ante la cuarentena. O se puede observar el caso del Gobierno de México, en problemas tras negarle a Constellation Brands la construcción de una planta en el norte del país. Hasta McDonald’s está en el grupo.
¿Qué consecuencias puede tener una demanda en el modelo de negocio de una compañía? De acuerdo con Moneyning, representa un costo significativo para ambas partes, por todo el proceso legal que se debe de seguir. Según Enjuris, incluso los procesos sin validez o base se pueden convertir en métodos para acosar a la parte inocente. Y según Supply Wisdom, sin importar el caso, conlleva un efecto negativo en la forma que se conducen las relaciones.