No todo son malas noticias. A pasar de todo hay más buenas noticias que malas. Aunque sea difícil de creer. Ha nacido un nuevo orden y un nuevo mundo. Hay muchas cosas que están pasando dentro del confinamiento de muchas familias que pueden guardar la cuarentena en sus casas porque su estabilidad económica lo permite. Hablemos en este texto de cosas positivas.
Hay un descubrimiento de antropología social que estoy detectando de forma importante en los núcleos familiares que pueden guardarse en sus casas para intentar no infectarse de esta pandemia mundial.
Muchas familias no se conocen en realidad y ante estos acontecimientos no les ha quedado de otra que conocerse en el claustro. En este encierro obligado. Están renaciendo nuevas relaciones familiares. Entre hermanos, parejas, amigos y familias nucleares. Este renacimiento de las nuevas familias después del COVID19 cambiará sin lugar a dudas el consumo en la región y en el mundo. También incluye a las relaciones offline y la nueva forma en cómo nos comunicamos con los factores externos que no son familia.
Hay esperanza porque algunas relaciones cercanas y familiares están refloreciendo, renaciendo y en un claro mensaje de unión a pesar de las circunstancias ajenas y que todo parezca en nuestra contra. Todo lo bueno pasa por algo malo. Renace y se redime si no se muere.
Consiente o de forma inconsciente, los clientes caerán en cuenta que realmente ya no necesitan consumir muchas cosas. Y que hay otras de las que dependen más de lo que piensan en realidad. Es posible vivir bien sin la mayoría de los productos que nos rodean. De lo que no podemos vivir es sin los abrazos, sin cariño y sin amor. Tarde o temprano sin esas emociones offline nadie puede sobrevivir.
Otro aspecto que quedó claro en esta cuarentena es que el hombre es un animal social. Determinado a no sobrevivir solo y aislado. Necesitamos pertenecer. Es urgente. Nuestro sentido de pertenencia siempre subsistirá.
Entonces resumiré en tres insights o descubrimientos determinantes a partir de la pandemia COVID19:
A. Las familias y los que comparten casa, a partir de este aislamiento ya no serán los mismos. Se reconocerán más y mejor en situaciones nuevas que no se conocían.
B. Las necesidades de consumo cambiarán. Las prioridades. Valoraremos y revaluaremos los que realmente importa. Lo superfluo lo dejaremos a un lado olvidado.
C. Las relaciones interpersonales han renacido. Se reinventarán o se destruirán permanentemente.
D. En los próximos años, las prioridades esenciales serán mucho más determinantes para comprar lo que en verdad necesitamos para ser felices y plenos.
E. Hoy más que nunca, las experiencias online han tomado realidad. Será la realidad de las realidades. Terminó de nacer el Yo digital.
