• Los usuarios frecuentemente sienten que el mayor reto del home office es la falta de tecnología adecuada

• Asimismo, mucha gente cree que este formato laboral elimina la separación entre la vida personal y profesional

• Por otro lado, el número de distracciones es mucho más grande en un espacio como el hogar

Con la crisis sanitaria, las empresas han recurrido a varios modelos para seguir operando. Un par de marcas, como Walmart y Amazon defendieron ferozmente su calificación de negocios, y ahora enfrentan otro tipo de desafíos. Otras industrias, como la de restaurantes, están tratando de adaptarse al consumo remoto, no siempre con mucho éxito. Pero hay un grupo de marcas que han logrado continuar operando a la distancia, a través de los esquemas de home office.

Pero a pesar de las ventajas del home office, también hay varios retos. Según Money Crashers muchas personas tienen problemas gestionando sus horarios de trabajo. A la vez, The Muse cree que también la comunicación con el equipo parece insuficiente, si no es que ausente. Y hay muchas personas que terminan desarrollando una relación poco sana, hasta tóxica, con este modelo laboral. El Consejo de la Comunicación tiene seis tips para evitar esta situación:

Tener un horario fijo en home office

Varias personas que trabajan de forma remota cometen la equivocación de llevar la flexibilidad de este modelo al otro extremo. Es decir, se toman tanta calma para laborar que están desde la mañana hasta altas horas de la noche. Lo anterior básicamente significa que están todo el día en sus oficinas. Para evitar esta situación, es mejor definir tiempos puntuales de trabajo. Lo anterior no solo ayudará a cumplir objetivos, sino también a fomentar sesiones más eficientes.

Comunicarse con el equipo

Una de las grandes desventajas del home office es que la gente no puede solo levantarse de su asiento e ir a discutir rápidamente un asunto con algún colaborador o compañero. En este sentido, es absolutamente indispensable que las compañías establezcan sólidos canales de intercambio de ideas entre su equipo. No solo eso, sino que se debe fomentar a que su uso sea tan constante y recurrente como sea necesario para asegurar que el flujo no se detenga.

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Home office no son vacaciones

Este es otro concepto muy preocupante para las empresas. Que la gente esté trabajando en su casa no significa que se espere menos de su desempeño o que los objetivos sean otros. Todo lo contrario. La expectativa debe ser que cada uno de los colaboradores se esfuerce y logre lo mismo que debería en un espacio de oficina tradicional. El cambio de espacio no es una justificación para no estar presente en horarios laborales o desempeñando sus tareas.

Ser responsable

Mucho de este punto se relaciona con el anterior. Como no son vacaciones, los colaboradores deben saber que en el home office se debe de responder igual que en la oficina. Así pues, no debería haber excusas o impedimentos para que cada persona lleve a cabo sus actividades regulares. Es crucial tener un sistema de accountability para que cada empleado sepa qué se espera de él. Y, cuando no se cumplan estas metas, se puedan penalizar de forma adecuada.

Reportar los resultados desde el home office

Siempre será crucial que haya altos niveles de transparencia dentro de una marca. Es crucial que la gente se comunique franca y abiertamente con sus líderes. Y éstos administradores a la vez deben tener confianza a su equipo. En este sentido, en el trabajo remoto es más crucial el darle un seguimiento adecuado a todas las tareas y actividades. De esta forma, todos pueden tener los registros necesarios para evaluar el avance de sus respectivos proyectos e iniciativas.

Hablar con la familia

Mucha gente que realiza home office está también en compañía de padres, hermanos, hijos o parejas. Es, en este sentido, muy importante establecer límites puntuales sobre cómo se va a llevar a cabo el día a día. Para una convivencia sana y productiva, es muy importante poner acuerdos sobre qué espacios y tiempos pueden dedicarse a la comunidad. Y también cuáles deben ser respetados por los demás para que cada uno pueda llevar a cabo sus actividades.