México está en vísperas de
entrar en la Fase 3 de la pandemia. La cantidad de casos confirmados mantiene una tendencia a la alza y todo parece indicar que no descenderá hasta pasada la primera quincena del mes de mayo.
A finales de marzo, el presidente de la República Mexicana, Andrés Manuel López Obrador, indicó que la Fase 3 de contingencia iniciaría el próximo 19 de abril.
Esto significaba que a partir de la fecha dada se registraría un mayor número de casos de contagio por día, en donde los riesgos y desafíos tomarán una mayor dimensión.
¿Qué es la Fase 3?
En términos generales, esta fase supone una propagación extensa, con lo que el número de contagios se elevará de manera importante día a día.
Las cadenas de contagio son menos controlables, con lo que resultará cada vez más difícil encontrar el origen de contagio para cada persona.
En este sentido, las medidas de prevención emprendidas durante la Fase 2 se verán reforzadas, en donde se espera que se endurezcan las restricciones con lo que tiene que ver con no celebrar ningún evento masivo, festejo o reunión, así como mantener paralizadas actividades laborales que involucren la movilización de personas en todos los sectores de la sociedad.
El dictamen de la UNAM
En México, de acuerdo con las autoridades, los contagios se han mantenido a la alza. A decir de los últimos datos presentados por la Secretaria de Salud, se reportan
4 mil 661 casos confirmados y
296 defunciones por Covid-19.
Los números se incrementan de manera importante día con día con lo que se espera que durante esta semana se declare la Fase 3 de la epidemia en el país.
Ante esto, desde la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), han indicado que el mayor número de contagios podrá registrarse entre el 6 y 13 de mayo, con lo que se llegaría al peor momento de la cantidad de contagios en el país.
Así lo declaró el doctor Gustavo Cruz Pacheco, investigador del Instituto en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS) de la UNAM, en una entrevista para
Infobae, quien llegó a esta conclusión luego de elaborar un modelo matemático que, con base en los datos oficiales, fue posible calcular el ritmo con el que está evolucionado la enfermedad en las zonas urbanas del país.
Dicho modelo se basa en uno puesto en marcha durante el brote de la influenza A H1N1 durante 2009, con el cual intentaron predecir la velocidad en la que se propagaba aquel virus.
A finales de febrero, cuando en Mexico no se reportaba ningún contagio, se estimaba gracias a este modelo, que la aceleración del alcance del virus se daría entre el
20 y 30 marzo, coincidiendo con el crecimiento exponencial de contagios, ya que este se dio a partir del 25 del mes marzo, cuando la cifra de casos pasó de
38 a 70.
Con esto como base, se espera que el crecimiento potencial de casos totales se mantendrá hasta el 30 de abril. Aunque la proyección apunta que para esa fecha la cantidad de pacientes sea menor, no se detendrá y la epidemia alcanzará su punto máximo entre el 6 y 13 de mayo.
Lo que significa para los negocios
Esto supone que, de acuerdo con Cruz Pacheco, a partir de esta última fecha, podrían volver a sus operaciones normales aquellas actividades económicas consideradas como esenciales. Sin embargo, no significa que todo vuelva a normalidad.
Como se ha mencionado, la reactivación de la cadena de valor será paulatina, y muchos sectores de comercio y manufactura, por ejemplo, podrían permanecer parcialmente paradas cuando menos algunas semanas más. Situación que se traducirá en bajas en ingresos y pérdidas de empleos.
En una
videoconferencia organizada por el Consejo Coordinador Empresarial, Nathan Poplawsky, presidente de la Conaco indicó que ante la falta de apoyos público, durante los siguientes dos meses alrededor de
336 mil 918 micro y pequeñas empresas en el sector del comercio desaparecerán debido a las brechas de capitalización que tienen.
“En la Ciudad de México estimamos que las pérdidas al día de hoy por la baja en el consumo superan los
2 mil millones de pesos diarios y estimamos que la posibilidad de pérdida de empleo es de un millón y medio de empleos formales”, comentó Poplawsky.
La protección para los micro, pequeños y medianos negocios será vital en medio de esta fase y justo después del pico de contagios.
Reactivar la economía demandará mayor colaboración entre iniciativa privada y gobierno si se desea mantener uno de los pilares más importantes del PIB nacional.
Recordemos que según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las micro, pequeñas y medianas empresas) generan
72 por ciento del empleo y
52 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país. En México hay más de 4.1 millones de microempresas que aportan
41.8 por ciento del empleo total.