Durante el fin de semana pasado, una consulta ciudadana dictaminó que más del 76 por ciento de los habitantes de Mexicali desaprueban la fábrica que Constellation Brands está fincando en aquella región.
La oposición de la población llevó a las autoridades a revocar algunos permisos, con lo que hasta lo dicho la mañana de ayer por diversos funcionarios, la construcción de la planta -que ya suma un avance del 70 por ciento– se cancela.
La resolución
A pesar de una inversión cercana a los mil 400 millones de dólares y luego de los resultados de la consulta, la subsecretaria de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos, Diana Álvarez Maury, indicó que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) no otorgará los permisos correspondientes para operar la planta y el gobierno federal se pondrá en contacto con la empresa para subsanar los daños.
En detalle, se estima que de los 36 mil 781 votos, el 76.1 por ciento voto en contra, 23.2 por ciento apoyó la construcción mientras que 0.7 por ciento fueron votos nulos.
Diversos jugadores, organizaciones y asociaciones empresariales criticaron la decisión del gobierno al tiempo que sentenciaron que la decisión del gobierno frena la entrada de “inversión de calidad” al país, elemento que resulta vital ante una economía debilitada.
Para la marca, lo dicho por las autoridades se tradujo en la caída de su valor en la Bolsa. Las acciones de Constellation Brands se desplomaron en la Bolsa en un 14.28 por ciento para alcanzar un valor de 105.42 dólares por título, de acuerdo con cifras entregadas por Bloomberg. La caída es importante si consideramos que este escenario de pérdidas no se había registrado desde enero de 2015, cuando sus acciones se encontraban en los 114.75 dólares.
¿Podría demandar al gobierno?
Lo cierto es que la empresa que opera la marca de Cerveza Corona en el mercado estadounidense podría presentar una demanda contra el gobierno mexicano por esta decisión.
Cuando menos así lo refiere un análisis realizado por la empresa Ansley, misma que apunta que esta acción legal podría darse en el marco del sistema mexicano o bien alrededor del aún vigente TLCAN o el futuro T-MEC.
Tres caminos son los que la empresa especializada dibuja para que la empresa cervecera tenga una posible acción sobe leyes ante la paralización de su proyecto en la frontera norte.
A decir del reporte, una demanda a nivel internacional que considere cualquier tratado de libre comercio puede considerar desde el monto invertido en el proyecto hasta las pérdidas ocasionadas a la empresa por asuntos colaterales.
De esta manera, tres podrían ser la líneas de acción de una demanda legal:
- La empresa podría demandar por la caída de sus acciones y cobrar el más de 10 por ciento de valor ocasionada por la consulta realizada por el gobierno federal en el que los ciudadanos rechazaron la construcción de la planta.
- Adicional, como se indica en el informe, se podría presentar ante el sistema judicial mexicano “un amparo en contra de los resultados de la consulta, la obligatoriedad de sus resultados o de cualquier decisión que el gobierno pueda tomar contra sus intereses, basados en los resultados de dicha consulta”.
- Por último, de acuerdo con el capítulo Inversionista-Estado del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ampara las acciones legales de una empresa contra el gobierno al resultar afectada por la expropiación indirecta, trato nacional, discriminación, nivel mínimo de trato, pro ejemplo, con lo que, Constellation Brands “podría considerar tanto las disciplinas originales del TLCAN, que son más claras para el inversionista, o incluso las del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC)”.
Hasta el momento, no existe una postura oficial de la marca ante la decisión tomada ayer por las autoridades federales; sin embargo, habrá que esperar para conocer si este panorama no vira al terreno legal en los siguientes días, más cuando consideramos que, según el Consejo Coordinador Empresarial, Constellation Brands ya habría invertido 900 millones de dólares en este proyecto.