Los analistas de las industrias hablan de la industria 4.0 como si se tratara de un equivalente mayúsculo de modernidad, como si fuera la próxima imprenta de Gutenberg, o el semejante a la máquina de vapor. Es ya un lugar común el escuchar que las empresas 4.0 son la evolución natural de las compañías pero ¿es esto una realidad o un mito?, ¿estamos preparados para ingresar al a la industria 4.0?, ¿es caro invertir en ella?
El término no es nuevo, éste lleva unos cuantos años comentándose. Pero en últimos años el término está teniendo crecimiento y ya parece en facsímiles,artículos, libros y en portales de internet. Las empresas están comenzando a ser conscientes de que esto representa una oportunidad y que es importante adaptar a la transformación digital.
Las empresas poco a poco comienzan a sentirse asediadas por la necesidad de incrementar sus inversiones destinadas a la tecnología y a plantear cambios de producción de manera profunda. El cambio es inminente y la necesidad de actualización de parte de las empresas parece inminente. Según un informe de Accenture, las empresas pueden ahorrar 43,000 dólares por empleado gracias a la combinación de tecnologías, como la realidad virtual, la robótica, la inteligencia artificial o el Blockchain.
Según el presidente de Seat, Luca de Meo, la digitalización y la industria 4.0 reducirá los costes hasta un 20 por ciento, aumentará la productividad en un 8 por ciento y hará a la compañía un 4 por ciento más eficiente.
Algunas empresas parece entender que es necesario empezar a dar un paso hacia la transformación digital o a implementar dispositivos que ayudan en la producción, a continuación 3 ejemplos.
BMW
La fabricante automotriz ha logrado incluir en el proceso productivo datos sobre los clientes. Una plataforma online con la cual se puede estudiar datos para lograr una personalización del pedido antes de iniciar el ensamblaje.
John Deere
Las empresas deben ajustar su dinámica de producción, en esta nueva etapa el concepto de consumo ha cambiado y con el se han incorporado nuevas ideas para satisfacer la demanda. El internet de las cosas, el big data, la inteligencia artificial, todas estos elementos son parte de la industria 4.0, una cara compleja sin duda pero necesaria. Las empresas tiene por tanto la obligación de adecuarse al nuevo formato y al nuevo modo de venta.
Un ejemplo es John Deere, su transformación digital no solo se centró en su modelo producción, para generar eficiencias, sino para diseñar nuevas ofertas y modelos de ingresos. La compañía evolucionó de vender maquinaria a ofrecer ofertas digitales, como alertas meteorológicas y asesoramientos, desde la visión digital, de cultivos.
Rolls Royce
Rolls Royce es una empresa que explora la alternativa de usar sensores y analítica predictiva para controlar y estudiar el funcionamiento de sus motores, para luego hacer recomendaciones a sus clientes sobre el carácter de los modelos a la venta, dan al consumidor datos que les permiten reducir costos a medio y largo plazo.
Costos
Una encuesta de PwC arrojó que a escala global las empresas invertirán anualmente 900 mil millones de dólares para incorporar tecnologías emergentes de Industria 4.0 hacia 2020. Rafael Páez de Forbes México hace un comentario muy acertado al respecto, al preguntarse ¿qué tan caro es habilitar una planta con sistemas de fabricación inteligente?, él responde que la pregunta que se debe plantear es ¿Qué tan caro es no hacerlo?
Según un reporte del Connected Manufacturing Forum desplegado en Austin, Texas, determinó que “los fabricantes que solo se han sentado a mirar cómo se desarrolla el escenario de transformación digital para otros, se están dando cuenta de que más allá de los costos que implica actualizar la infraestructura digital, sino innovan, serán incapaces de mantenerse al día con las demandas cambiantes de sus consumidores”.