Con esta frase como concepto iniciĆ© mi participación en la Cumbre Mundial de la Comunicación PolĆtica que esta semana reunió a mĆ”s de 200 consultores en el tema.
Independientemente de que el evento es un gran foro para el networking, cada uno de los asistentes reflexiona, (lo fue para un servidor) sobre el rol en los procesos comunicacionales en los que estĆ” inserto y acerca de las tendencias que su gran motivación le representa: la tecnologĆa. El mundo que viene es el de los movimientos metapolĆticos que superan a cualquier ente de gobierno y provocan grandes movilizaciones. Chile es un buen ejemplo de ello. Nos enfrentamos ya a nuevos liderazgos y a nuevas causas en donde el cabildeo y el conocimiento del entorno nos permitirĆ”n llegar a acuerdos y a avances concretos. La comunicación debe ser protagonista en todo esto.
Evolucionamos y apenas nos damos cuenta de ello, la tecnologĆa nos marca el ritmo y no debemos retrasarnos. Revisemos la realidad: cada dĆa surge un algoritmo, un gadget diferente, un software interesante y transformador, una nueva aplicación que trabaja con microdatos que estĆ”n al servicio de quien quiera tenerlos e interpretarlos mejor⦠Y la comunicación, Āæcómo avanza? Āæcómo podemos construir nuevas narrativas ante este embate?
El reto es, tal cual como si fuĆ©ramos atletas; debemos entrenar todos los dĆas para fortalecer nuestros modelos, premisas, enfoques, estrategias y tĆ”cticas, ya que al no intentarlo quedaremos lejos de esas nuevas causas y liderazgos que ya operan en tres enfoques, la ecologĆa, la felicidad y la cooperación.
Se habla hoy de una democracia digital y horizontal que no es otra que la que sitĆŗa a este sistema polĆtico dentro del nuevo paradigma de la comunicación y que llevó a los medios tradicionales a reinventarse: la publicidad digital y las redes sociales. La democracia horizontal en cambio, es aquella que camina paralela a los ciudadanos y autoridades alejĆ”ndose de estructuras de poder verticales. Los modelos de la comunicación polĆtica en consecuencia ya no serĆ”n los de la competencia ni los de la confrontación, serĆ”n el de las emociones que estĆ”n en los ciudadanos, y en la misma esfera pĆŗblica y que debemos conectar e impactar.
Les comparto algunas ideas con las cuales debemos trabajar los comunicadores:
1. Busquemos la simplicidad para emocionar, planear y cambiar las cosas.
2. Diseñemos nuevos códigos y mensajes que nos proporcionen una posición definida.
3. Seamos congruentes entre el ser y el quehacer.
4. Fundamentemos nuestras futuras acciones en la investigación.
5. Construyamos una narrativa que busque sĆmbolos alternativos.
6. Busquemos la resonancia, que permita coincidencias y la empatĆa que se oponga a la disonancia comunicativa que nos lleva a la falta de entendimientos.
¿ Qué tenemos hasta ahora?
La comunicación y la tecnologĆa caminando de la mano en busca de nuevos códigos que provoquen sociedades mĆ”s armoniosas y felices. ĀæNo es esto lo que se debe buscar, en todo momento?
Nos encontraremos mƔs adelante.