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De acuerdo con Statista, Dell registró el mayor nivel de ingresos netos durante 2019, para un total de 90 mil 620 mdd
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Además de computadoras, la empresa también tiene activos en periféricos, notebooks, tablets e infraestructura de IT
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Para el año pasado, el valor total de estas marcas fue de 111 mil 830 mdd, ligeramente menos que en 2018
La forma en la que las marcas evolucionan a lo largo del tiempo difiere mucho de un caso al otro. Hay empresas como Toyota y Volkswagen que, ante rivales innovadores al estilo de Tesla, buscan con desesperación tratar de equiparársele. Otras compañías se enfocan en crear un negocio que haga a los usuarios pensar que no se puede vivir sin sus productos. Algunas más pretenden adaptarse a los nuevos hábitos de los consumidores, en especial los más jóvenes.
Toda esta evolución de las marcas también está muy influenciada por las tendencias que se perfilan para el futuro inmediato. De acuerdo con Branding Strategy Insider, las activaciones en el entorno offline están viviendo un periodo de revalorización. Por su lado, Trend Watching cree que las empresas deberán sumarse a más iniciativas “verdes”, en pro del medio ambiente. De acuerdo con Finances Online, también seguirán habiendo cambios en logos e identidad visual.
Pero las tendencias entre las marcas no se basan solo en posicionamiento con el público o en temas como la responsabilidad social. También se empiezan a ver fenómenos repetidos en el entorno de los negocios. Específicamente, en la forma en la que los grandes conglomerados en casi todas las industrias están reestructurando su operación interna. Estos incidentes, en muchos casos, parece que llevará (y seguirá llevando) a la muerte de productos y servicios.
Una compañía más se deshará de una de sus marcas
Hay una nueva víctima de esta tendencia, esta vez en el sector de tecnología. Dell, la empresa mejor conocida por productos como computadoras, también tiene varias unidades en software y otros dispositivos. Sin embargo, de acuerdo con Reuters, la marca anunció hace unas horas que se iba a deshacer de una de sus marcas. Específicamente, espera que su proyecto en el ámbito de ciberseguridad, RSA, deje de pertenecer a su organización para finales de 2020.
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De acuerdo con Dell, espera vender RSA a un consorcio de tecnología. El grupo está liderado por organizaciones como Symphony Technology Group, Ontario Teachers’ Pension Plan Board y AlpInvest Partners. La tecnológica espera vender esta unidad por unos dos mil 80 millones de dólares (mdd). Las dos agentes esperan que el trato se cierre en entre seis y nueve meses. Así que una de las marcas más cruciales de la empresa cambiaría de manos este mismo 2020.
La tendencia que debería preocupar a accionistas e inversionistas
Como ya se dijo, Dell no es la única que está pensando deshacerse de parte de sus marcas en el futuro cercano. Horas antes de anunciarse esta venta, Unilever compartió que iba a iniciar una revisión estratégica en su unidad de higiene personal y belleza. Muchos analistas creen que esta acción significaría al menos la muerte de dos de sus productos. También se debe de hablar de GM y su decisión de acabar con Holden, una línea de vehículos única de Australia.
Tal vez uno o dos casos son coincidencia. Pero a GM, Unilever y Dell se deben sumar también Nike, con Hurley International, y AT&T, con su operación en México. Y parece que el fenómeno se está acelerando este 2020. Es probable que cada vez más conglomerados “sacrifiquen” a las marcas que ya no dan resultados adecuados. En el mejor de los casos, tal vez las cedan a otros agentes interesados. Pero no cabe duda alguna que el fenómeno tendrá repercusiones.
Quienes podrían salir más afectados son los accionistas e inversionistas de las marcas. Tal vez sus recursos están puestos en ciertos conglomerados precisamente porque tienen un enorme portafolio de negocios. Conforme empiecen a reducir sus pilares y enfocarse en solo algunos proyectos, también aumentará el riesgo de crecimiento volátil. Es decir, será más probable no solo que sus ganancias incrementen radicalmente, sino también que haya desplomes súbitos.