-
Desde marzo pasado que el 737 MAX tiene una prohibición de vuelo en prácticamente todos los países del mundo
-
A la par del juicio, Boeing asegura que está atendiendo los retos de software y entrenamiento que causaron los choques
-
Se espera que el proceso legal comience este mismo miércoles y sea crucial para seguir buscando restitución a las víctimas
Nunca es bueno cuando una marca se va a juicio, sin importar la razón. De acuerdo a Supply Wisdom, hay una serie de altos costos relacionados a estos litigios, entre ellos las regalías de los abogados y la penalización financiera impuesta por las cortes. Según PC&K, por lo general provoca un daño significativo a la reputación del negocio en cuestión. A eso se le deben sumar consecuencias como el deterioro en la relación con clientes o proveedores, según BDBW&M.
Sin embargo, parece inevitable que cada año haya decenas de casos de marcas que se van a juicio contra el público en general, reguladores o competidoras por una razón u otra. Hace un par de semanas, Adidas perdió un litigio contra H&M y deberá ceder la propiedad de sus tres tiras. En febrero, un vegano demandó a Burger King cómo prepara su Impossible Burger. Y en octubre pasado, también la líder de Theranos fue llevada, una vez más, frente a los tribunales.
Aunque en todos estos casos el juicio ocurrió contra una compañía muy reconocida, no todas las razones para presentarse ante los tribunales son iguales. Una disputa para defender una propiedad intelectual podría ser vista como más legítima que hacer frentes a acusaciones de fraude. Siempre que una afectación a los usuarios es la que desencadena el proceso legal, las consecuencias suelen ser más graves. Y no hay que muy más lejos para confirmar esta idea.
Boeing, de nuevo a juicio por su 737 MAX
Desde 2019 que una de las aerolíneas del mundo está en el ojo del huracán por dos incidentes con el que fuera su vehículo mejor vendido de su portafolio. Boeing no solo perdió millones de dólares (mdd) por menores ventas y operaciones detenidas. La crisis de marca por la que pasa ahora es más grande de lo que nunca había tenido que superar. Peor todavía, de acuerdo con Reuters, la compañía de aeronáutica enfrentará otro juicio. Y el proceso no pinta nada bien.
Notas relacionadas
- La crisis del 737 tiene en picada a Boeing, que se aferra a no desplomarse
- Investigación de Boeing: Cómo crecerá el mercado mundial de vuelos y aviones
- Por accidentes con el 737 Max, Boeing paga por sus condolencias, pero no se disculpa
Abogados que representan a familiares de las víctimas del 737 MAX quieren que Boeing ceda varios documentos. En concreto, resultados internos de los choques y registros del diseño y desarrollo del avión. La marca defiende que no puede liberar la información por restricciones de la Junta de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB). Pero la institución, en una nueva carta a la compañía, le dio permiso para “liberar todos los papeles en su posesión”.
Un proceso que, sin importar el resultado, hará ver mal a Boeing
Éste no es el único juicio que se ha celebrado en contra de una marca en los últimos meses. Hace unas semanas, Apple tuvo que pagar varios mdd por infringir varias patentes de la marca de tecnología WiLAN. Skechers recibió una demanda de Nike en octubre por presuntamente copiar sus Air Max. También Uber estuvo envuelto en problemas legales durante 2019. Esto, luego que un conductor amenazara con llevarla a la corte por no considerarlo un empleado.
De nuevo, ningún juicio es particularmente bueno para una marca. Independientemente si se trata de una defensa legítima o no, estar ante cualquier corte siempre tendrá efectos negativos sobre la reputación de la compañía. Pero en el caso de Boeing, al menos en cuestión de crisis de marca, no hay forma que la empresa salga bien parada. Y es que una serie de elementos se mezclan para que, sin importar la resolución de esta situación, el negocio siempre se vea mal.
Si llega a ganar el juicio, Boeing podría ser juzgado por el público general como una empresa que está ocultando su rol en los accidentes del 737 MAX. Si son los abogados los que sacan la ventaja, no sería raro que se utilizara una retórica de David vs Goliath para darle un perfil más llamativo a su batalla legal general. Así que le espera una considerable batalla a la marca de aeronáutica. No solo en los tribunales, sino en su departamento de Relaciones Públicas.