La industria de comida rápida se ha consolidado a nivel internacional, debido al interés que ha generado entre los consumidores, la serie de alimentos que ofrecen estas cadenas de restaurantes.
Un aspecto que vale la pena reconocer del trabajo que desarrollan las cadenas de comida rápida es el modelo e negocio que han establecido a nivel internacional.
Desde esta perspectiva, vale la pena entender qué hay detrás de las estrategias que usan las cadenas de comida rápida y cómo es que han logrado consolidar estos productos en el mercado.
Un elemento que vale la pena entender es el que tiene que ver con el análisis de la presunta manipulación que hay en estos productos.
En Adictos a la comida basura: Cómo la industria manipula los alimentos para que nos convirtamos en adictos a sus productos, Michael Moss nos explica a lo largo de 14 completos temas cómo es que las marcas tengan antojos, la diferencia entre cereales y golosinas; el uso de sensaciones empalagosas y pegajosas; el uso del sabor salado como estrategia, la oportunidad que han encontrado en el uso de azúcar y la grasa; así como el efecto que provoca la comida barata.
Lo importante de esta obra reside en el valor que los autores han encontrado, en desarrollar elementos que motiven una mayor integración del consumidor sobre todo en actividades que se han consolidado en el mercado de comida rápida, con marcas como McDonald’s, Subway y Burger King como líderes de este segmento.
El valor de la comida rápida
La industria de comida rápida tiene a diversas marcas a la cabeza y es gracias a la integración de las acciones que implementan, que han logrado establecer modelos de negocio realmente destacables, ya sea por la expansión que han logrado a través de puntos de venta o con el diseño de menús que se regionalizan en los diversos países en que tienen presencia.