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Unilever es uno de los conglomerados más grandes del mundo con ingresos superiores a los 50 mil 982 mdd
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La firma anunció un cambio de estrategia enfocado al marketing dirigido al público infantil
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Las acciones de responsabilidad social han cobrado mayor relevancia al interior de las marcas
Una de las principales preocupaciones en la actualidad, es la exposición de la población infantil a productos e información inadecuada para ellos, Spotify, Facebook, Instagram y Twitter han tomado acciones para proteger a este sector, YouTube modificó sus algoritmos para evitar que sean expuestos a cierto tipo de publicidad o contenidos. Esto aplica también a las marcas, incluso una del tamaño de Unilever que aplicará un giro drástico en su estrategia de negocios y marketing.
La gigante británico-neerlandesa anunció que está actualizando sus principios de mercadotecnia relacionados con la comercialización de alimentos y bebidas a los niños.
No más comerciales dirigidos
De entre lo anunciado por Unilever, destaca que ya no creará anuncios dirigidos a niños menores de 12 años de edad, esto como en respuesta a la preocupación mundial por el incremento de la obesidad infantil.
La firma detalló que la nueva estrategia será aplicada a todos los productos de las marcas del segmento de las que son propietarios y se reflejará en toda la estrategia de marketing y publicidad en spots para televisión, radio, acciones digitales (donde no se dirigirán a menores de 13 años), así como de relaciones públicas. Además, limitará el uso de personajes de dibujos animados con licencia y de personajes de “valor de marca” a las comunicaciones en el punto de venta.
Entre las marcas que son propiedad de Unilever se encuentran: Cornetto, Holanda (Wall’s), Magnum, Lipton, y Fruttare, entre otras.
Detalló que sólo se mostrarán mensajes publicitarios o acciones de marketing al público menor cuando los productos cumplan con altos estándares nutricionales o si son “relevantes para el mensaje de marketing”, como una actividad familiar.
Para Unilever, esto forma parte de su compromiso para combatir la obesidad infantil, considerad por la Organización Mundial de la Salud como uno de los problemas de salud pública más graves en el último siglo.
“Es un movimiento diseñado para ayudar a los padres, cuidadores y niños a tomar decisiones informadas sobre los alimentos y bebidas que compran, y para abordar el auge de las redes sociales y el gran aumento de los productos en venta”, detalla un post publicado en su sitio corporativo.
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La importancia de ser ERS
La responsabilidad social ha adquirido una importancia superior en el interés de las personas en los últimos años, en particular en los escenarios digitales, sólo durante 2019 hubo unas 78,000 conversaciones sobre este tema en este tipo de plataformas, de acuerdo con datos de Talkwalker.
En ese sentido, que las marcas tomen una postura y, sobre todo, acciones que le demuestren al consumidor que realmente están comprometidos con contribuir a mejorar el contexto social, es fundamental no sólo para dar mayor valor a su reputación corporativa, para muchos especialistas este es un tema que ya tiene un peso específico en el crecimiento de los negocios.
La firma británico-neerlandesa es uno de los conglomerados más grandes del mundo, en 2018 reportó ingresos por más de 50 mil 982 millones de euros, y actualmente es una de las 100 compañías con mayor valor de capitalización, con un valor estimado en más de 153 mil millones de dólares, de acuerdo con Forbes.
Al respecto, sólo hay que recordar lo que reveló el Edelman Trust Barometer 2019, el cual refiere que el 73 por ciento de los consumidores a nivel global considera que las empresas pueden emprender y tomar acciones que mejorar o beneficien a las condiciones económicas y sociales dentro de las comunidades en donde operan.
Por todo este contexto es que en los últimos años compañías como Coca-Cola, PepsiCo, Nestlé, Starbucks o McDonald’s, entre muchas otras, han hecho públicos ambiciosos planes y estrategias para contribuir a al menos una causa social.
Lo importante de todo esto, es que las marcas emprendan este tipo de acciones apegándose siempre a su ADN y no sólo sumarse porque el consumidor así lo pide, si comete ese error, terminará por ser cuestionada por parte del mismo público objetivo al que intenta conectar.