Los emojis se han convertido en un lenguaje universal que cuando es bien empleado en el terreno publicitario pude generar especial empatía. No obstante cuando su uso es inadecuado, el error se paga con la nula eficiencia del mensaje publicitario.
Así lo demuestra el reciente caso de la Secretará de Salud en México, organismo que con el fin de sumarse a las tendencias de conversación actuales supuestamente decidió utilizar un emoji en un cartel promocional sin saber con exactitud el significado del mismo.
El error contado por las redes sociales
En días recientes, diversos usuarios en redes sociales compartieron una imagen en la que se muestra un presunto cartel de la Secretaría de Salud, en el que se dictan algunas recomendaciones para evitar enfermedades respiratorias.
El cartel en el que se utilizan los colores institucionales de la secretaria así como el logo de la misma, se aprecia un par de emojis en donde uno utiliza un cubrebocas, mientras que el otro parecía toser.
Que alguien por favor haga la obra de caridad de contarle a la gente de la Secretaría de Salud, que ese emoji no está tosiendo, ome. pic.twitter.com/2kY21uxo6j
— O Sierra (@osierra50) February 7, 2020
Por favor, alguno le puede avisar al departamento de marketing de la Secretaria de Salud que ese emojí no esta tosiendo… pic.twitter.com/N4B4RFarFs
— Damian Brik (@eldaminato) February 6, 2020
Lo cierto es que este último corresponde a un emoji con significado sexual, con lo que de inmediato, cientos de usuarios comentaron sobre el presunto error de interpretación, con advertencias dirigidas hacia el organismo de salud sobre la supuesta equivocación de interpretación.
Diversos medios internacionales y nacionales retomaron el caso, generando notas en las que se daba por buena y oficial la ejecución, situación que incrementó el alcance e interés en el caso.
Secretaría de Salud usó Emoji de sexo oral en campaña contra coronavirus y desató las burlas https://t.co/YkZ0W0savm pic.twitter.com/lnfIhvEjsd
— Canal 1 (@Canal1Colombia) February 7, 2020
#TopBLU ¿El emoji está tosiendo? Error de la Secretaría de Salud de México que es viral en redes https://t.co/eaU3KQcg1V pic.twitter.com/OJxoEGR4vS
— BluRadio Colombia (@BluRadioCo) February 7, 2020
Fake News a la vista
Aunque el interés creció, lo cierto es que el supuesto mal uso del emoji fue una fake news que, como muchas otras, poco se diferenció a los ojos de los usuarios.
El gran acierto de la Secretaría de Salud en este caso fue emitir un mensaje desde sus redes sociales en donde utilizando la imagen en cuestión aclaró que el supuesto cartel no era parte de sus acciones de comunicación, al tiempo que afirmó que nunca se autorizó el uso del logo oficial de la dependencia.
@SSalud_mx aclara que la imagen “Si tienes tos, tápate la boca”, realizada con dos emojis, y en la cual aparece el logotipo de la SSa, y que se ha publicado en diversas cuentas de Instagram y Twitter, no es un material oficial y no se autorizó el uso del logotipo institucional. pic.twitter.com/pVDNSl8DoJ
— SALUD México (@SSalud_mx) February 6, 2020
Invitamos respetuosamente a los usuarios a no formar parte de la difusión de un material que confunde y desinforma. Gracias.
— SALUD México (@SSalud_mx) February 6, 2020
Información falsa, marcas afectadas
El caso anterior es sólo un ejemplo más de cómo el fenómeno creciente de las fake news puede afectar la reputación de las marcas en un abrir y cerrar de ojos.
Aunque muchos organismos, empresas, plataformas y medios han realizado diversas campañas para orientar a los usuarios sobre los indicadores a considerar para detectar contenidos falsos, lo cierto es que aún falta mucho camino por recorrer.
Más allá de las graves consecuencias que este problema tiene en la compra de medios y el rendimiento de las inversiones publicitarias, sobre todo, en medios digitales, en más de una ocasión, la credibilidad y reputación de las marcas se han puesto en una situación complicada como resultado de la proliferación de este mal ‘de la nueva era’.
Esta es una de las conclusiones entregadas por el reporte Predicciones Tecnológicas para el 2018, firmado por Gartner, mismas que para ser más puntual indica que durante 2022, la mayoría de las audiencias -sobre todo en economías y mercados maduros- consumirán más información falsa que verdadera, lo cual se agrava aún más cuando puntualiza que el nivel de credibilidad de las primeras crecerá de igual manera.
Los costos se medirán no sólo en una cuestión de imagen y reputación. La economía desde ahora ya padece grandes perdidas por esta tendencia de desinformación. Un reciente informe de la empresa especializada en ciberseguridad CHEQ y la Universidad de Baltimore, refiere que este tipo de contenidos representan un costo importante para la economía global, el cual se calcula en 78 mil millones de dólares año con año.