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Quiebra de Forever 21: el minorista llegó a un acuerdo para vender sus activos por US$ 81 millones
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Ocurre cuatro meses después de declararse en bancarrota
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Los compradores son un conjunto de centros comerciales, todos acreedores de Forever 21, y Autentics Brands Group
Forever 21 llegó a un acuerdo para vender sus activos por US$ 81 millones. La novedad llega a los cuatro meses de declararse en bancarrota.
Como parte del trato, uno de los máximos exponentes del fast fashion pasará a ser parte de un consorcio compuesto por operadores de centros comerciales, como Simon Property Group y Brookfield Properties, y de la firma de gestión de marcas Authentic Brands Group.
La venta incluiría todos los activos de Forever 21: las tiendas y su línea de belleza RileyRose.
Si bien el acuerdo sigue sujeto a la aprobación de un juez, la propuesta sería aceptada si no hay otros compradores potenciales antes del 7 de febrero, dice el Wall Street Journal.
Forever 21 es parte del complicado grupo de retailers tradicionales que vienen luchando por mantenerse en medio del aumento de las compras en línea, tendencia que redujo drásticamente el tráfico de personas en los centros comerciales y en las tiendas físicas.
Sus altos niveles de deuda y sus costos de alquiler lo agobiaron, como a la mayoría de las compañías similares.
Forever 21 se declaró en bancarrota a fines de septiembre y anunció un plan para reestructurar su negocio global con la idea de cerrar cientos de tiendas en los Estados Unidos y en Europa para reducir sus costos de arrendamiento.
La compañía de gestión de marcas Authentic Brands también compró el año pasado otro conocido minorista: los grandes almacenes de lujo de Nueva York Barneys, después de que se declaró en bancarrota en agosto.
El acuerdo fue por US$ 271 millones e implicó el cierre de las puertas del minorista.
La venta abarca también las plataformas de comercio electrónico de Forever 21.
Fundada en Los Ángeles en la década de 1980 por Jin Sook y Do Won Chang, Forever 21 vende ropa con fuertes descuento a adolescentes y adultos jóvenes y llegó a tener 800 tiendas en todo el mundo.
Desde que se declaró en quiebra cerró más de 100 tiendas y logró reducir en US$ 100 millones sus costos operativos. Sin embargo, todavía tiene problemas de liquidez, según The Real Deal.
Forever 21 y su caída
En los últimos años, la moda sostenible se ha popularizado entre las generaciones más jóvenes y eso está golpeando el mercado del fast fashion.
Es gente que se está centrando en el impacto que tiene las prendas que adquieren en el medio ambiente.
Desde junio de 2017, las acciones de Inditex, matriz de Zara, han caído un 27%, mientras que las de H&M perdieron un 23%. Forever 21 no soportó la tensión y quebró.
Por el contrario, marcas que venden ropa medioambientalmente sostenible, como Reformation, están creciendo.
También suben las ventas de los sitios de Internet de segunda mano, como The Real Real, que han explotado en popularidad en los Estados Unidos, según CNBC.
Para 2028, según GlobalData, se espera que el mercado de la moda usada en los Estados Unidos alcance los US$ 64 mil millones, mientras que el de la moda rápida llegaría a los US$ 44 mil millones.
Forever 21 y los shoppings
Los centros comerciales son uno de los grandes perdedores con la caída de F21.
Es que estas grandes superficies están soportando la retracción del consumo en los minoristas tradicionales casi de la misma medida en que lo sufren los retailers a los que alojan.
En los Estados Unidos en especial, la mayoría de los Toys “R” Us y los Sears que cerraron estaban en shoppings que, al perder marcas valiosas, vieron cómo sus modelos de negocios se desbarrancaron.
Brookfield, uno de los acreedores-compradores, en su último informe anual explicitó a Forever 21 como su quinto inquilino más grande en términos de exposición a alquileres.
Para subsistir, los centros comerciales tienen sus estrategias de mercadotecnia, como el reenfoque hacia modelos de negocios distintos: alquilarles el espacio a cadenas de hoteles o empresas relacionadas con el entretenimiento. También se suman más restaurantes y bancos, por ejemplo.