Bélgica.- Una de las marcas más populares en Bélgica es, sin duda alguna, Douwe Egberts, la cual ha lanzado un comercial que está triunfando en todo el mundo y que se ha convertido en viral en redes sociales. Ha conseguido más de 530 mil acciones, 120 mil retuits y más de 12 millones de visitas, cifras que se pueden considerar todo un éxito para una marca de un producto que no suele tener tanta fama en redes sociales y que no es otro que el café.
“Algo que compartir” es el nombre de la campaña
El spot se titula “Something To Share” (“Algo que compartir”) y en él aparecen dos son sorprendidas por el padre de una de ellas mientras se están besando. Ellas huyen a la habitación pero el padre, a través de un mensaje de texto, el padre las invita a hablar sobre el tema con una taza de café. La hija, acude a la llamada del padre, de la mano de su pareja, aunque, ahora, la compañera se quita la capucha para revelar que también es una mujer joven.
Entonces, los tres se sientan a tomar un café juntos y la hija puede hablar sobre su nueva relación con su padre. Con esta campaña, lo que la marca de café Douwe Egberts quieres es hacer un guiño a cómo debería suceder realmente el “salir del armario”, una situación que parece que todavía no es fácil para muchas personas.
Es un comercial totalmente inclusivo y sincero
Hace años, este tipo de campañas publicitarias eran impensables pero, esta nueva publicidad de la firma de café belga, ha conmovido a millones de usuarios en Internet y ha sido recibido de forma muy positiva.
Se trata, sin duda alguna, de un spot en el que se incide en el mensaje de tener el coraje de tener conversaciones reales acompañados de una taza de café. Este es un ejemplo de comercial totalmente inclusivo y sincero y que ha sido apoyado por su posición por-LGTBI.
Cada vez son más las marcas que apuestan por campañas inclusivas en las que se apuesta por el apoyo al sector LGTB. Por ejemplo, una de las más aclamadas en los últimos tiempos en redes sociales fue la lanzada por Picadilly Downtown Club en Valencia el verano pasado y en la que se empapeló la ciudad española con carteles en los que se ponía el foco en la condición de los heterosexuales para que fueran conscientes de lo ridículas que resultan algunas preguntas o frases, independientemente de la condición sexual de la persona.
