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La empresa británica Just Eat y su competidora holandesa Takeaway habían alcanzado un acuerdo
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La nueva empresa tendría un negocio de 360 millones de pedidos anuales
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Los organismos reguladores británicos no están seguros de aprobarla
La fusión de dos de las más relevantes compañías europeas de entrega de comida a domicilio estaba lista. La empresa británica Just Eat y su competidora holandesa Takeaway habían alcanzado un acuerdo sobre aspectos clave y estaba todo arreglado para un intercambio de acciones que daría origen a una de las mayores plataformas online de envío del segmento.
La nueva empresa tendría a su cargo un negocio de más de 360 millones de pedidos por un valor de algo más de US$ 8.000 millones anuales.
Incluso Takeaway había superado un contratiempo con el holding sudafricano Naspers, accionista de Delivery Hero.
Sin embargo, la integración deberá esperar porque los organismos reguladores británicos dijeron este viernes que van a abrir una investigación sobre el efecto en el mercado de la unión.
Según la Autoridad de los Mercados y la Competencia de UK, frenó el acuerdo porque quiere determinar si la transacción “crea una situación que podría resultar en una sustancial reducción de la competencia en el Reino Unido”.
El organismo le pidió a las partes potencialmente afectadas que envíen sus puntos de vista antes del 6 de febrero. Allí decidirá si abre una investigación más profunda para habilitar, condicionar o vetar la operación, publicó Expansión.
La decisión sorprende porque Takeaway no está presente en la actualidad en el mercado británico, donde Just Eat compite con Deliveroo y Uber Eats.
La decisión del organismo británico se enmarca en un análisis más amplio que está llevando a cabo sobre el ingreso de Amazon en el directorio de Deliveroo.
Una vez completada la fusión, Mike Evans, actual presidente de Just Eat, asumiría la presidencia del consejo de la nueva empresa combinada. Y Adriaan Nühn, presidente del consejo de supervisión de Takeaway, asumiría la vicepresidencia de la nueva sociedad.
Jitse Groen, en tanto, fundador y consejero delegado de Takeaway, se convertiría en el máximo ejecutivo del nuevo grupo tras la fusión.
Una vez completada la operación, la idea es que el nuevo grupo combinado tenga sede central en Ámsterdam, Países Bajos, y que cotice en la Bolsa de Londres, manteniendo una parte significativa de sus operaciones en el Reino Unido.
Cuando se conoció la nueva situación las acciones de ambas compañías cayeron casi el 3%.