Así como los juguetes han encontrado nuevos canales para llegar a su público y se han diversificado a través de la tecnología y los terrenos digitales, también se ha visibilizado cada vez con mayor contundencia a un público que a pesar de de haber dejado la infancia y adolescencia, sigue siendo un asiduo consumidor de este clase de productos.
Se les ha denominado como “kidults”, un acrónimo surgido de las palabras inglesas kid y adult -niño y adulto-, quienes son presa de la nostalgia y aficionados al coleccionismo, por lo cual no dudan en invertir importantes cantidades de dinero para adquirir consolas de videojuegos, muñecos y naves de la colección de Star Wars, productos de Playmobil, Lego, Barbie o Hot Wheels
Sobre la esta tendencia opina Cristina Lorenzo, VP de Marketing LATAM de Mattel: “La nostalgia juega un papel clave en esta industria y el coleccionar juguetes es una manera de mantener vivo el niño que llevamos dentro”.
El coleccionismo es, igual que la nostalgia, un elemento fundamental que permite preservar a la industria del juguete y colocarla en un espacio protagónico para el consumo, toda vez que amplía a su público los canales para tener presencia frente a sus consumidores.
Se pueden sumar a los mencionados juguetes tecnológicos, pero los videojuegos merecen mención aparte por sus alcances creativos tan complejos y completos.
Por ejemplo, en 2011 el gobierno de Estados Unidos reconoció al medio como arte; mientras que en 2012 el museo neoyorquino MoMA o el Smithsonian de Washington admitieron piezas de videojuegos en sus exposiciones.
Y es que no solo se necesitan las cualidades en programación necesarias para la elaboración de videojuegos ni se trata exclusivamente de esta profesión, sino que se involucran otros requerimientos que hay que poseer, se mencionan a continuación algunos de ellos
- El diseño de los gráficos con los que cuenta la interacción de la esencia del juego.
- Diseño de la interfaz que consiste en proponer atractivamente la mecánica del juego.
- Diseño del branding de dicho producto, aportando de esta manera un desarrollo con la interfaz y el público objetivo.
- Diseño del empaque y todos los demás artículos promocionales, donde el principal objetivo es la venta.
- Diseño de los manuales editoriales que describen las características tanto del producto como del mercado al que va dirigido.