Durante las primeras horas de este viernes, un comunicado emitido por el Pentágono confirmó que Estados Unidos ejecutó un bombardeo aéreo en las inmediaciones del aeropuerto de Bagad el cual resultó en la muerte de Qassem Soleimani, el hombre más poderoso dentro de la estructura militar iraní.
Los hechos han incrementado las tensiones entre Irán y la Unión Americana con lo que desde redes sociales usuarios y diversos mandatarios a lo largo del mundo han puesto sobre la mesa el posible inicio de una Tercera Guerra Mundial, ante la promesa de venganza por parte de las autoridades iraníes.
El desespero político de Trump por su situación interna lo impulsa a desencadenar la tercera guerra mundial. https://t.co/4aJDHsBtnQ
— Gustavo Petro (@petrogustavo) January 3, 2020
Crudo a la alza
El conflicto que ha escalado de manera importante fue resentido casi de inmediato por los mercados internacionales, en donde el primer indicador fue la subida del precio del petróleo ante el temor de que un posible conflicto armado en Medio Oriente interrumpa el suministro de hidrocarburos en la región.
De acuerdo con fuentes oficiales, el precio del crudo Brent se elevó casi 3 dólares para alcanzar su nivel más alto desde septiembre pasado al cotizarse en poco más de 68 dólares por barril. Por su parte, el tipo West Texas alcanzó un costo por barril de 63.84 dólares, el valor más alto desde mayo del año pasado.
Lo anterior es sólo un gran indicador de lo que aun conflicto bélico mayor podría suponer para la economía mundial. Históricamente las guerras han demostrado ser fenómenos con un alto costo para la economía mundial, misma que en este momento atraviesa una coyuntura importante y que podría no estar preparada para resistir un conflicto armado a escala internacional.
Para entender lo anterior, basta con reconocer que a principios del año pasado, el Fondo Monetario Internacional proyectaba un crecimiento económico mundial entre 2019 y 2020 de 3.5 por ciento, cifra que aunque es razonable, es la más baja que se ha visto en el presente reciente.
De hecho, hace apenas dos años, el organismo reportaba un repunte de 75 por ciento de la economía mundial, mientras que para el año pasado se preveía una desaceleración para el 70 por ciento de la economía mundial.
El costo de la guerra
Con esto en mente, es justo mencionar que una guerra debe ser vista como un acontecimiento que requiere inversión y financiamiento a largo plazo, cuyas consecuencia en materia económica se traducen en el desabastecimiento de ciertos productos, el encarecimiento de otros y el freno a las actividades y servicios comerciales de diversas regiones.
El costo de un conflicto de escala internacional para la economía global es elevado. La Universidad de Brown estima que el costo económico y social de la guerra alcanza los 4.79 trillones de dólares.
Para tener un punto de referencia más claro, según el reporte Global Peace Index 2016, se estimaba que para 2015, el costo de las escenas de guerra y violencia de todo tipo habrían costado 13.6 mil millones de dólares, lo que en aquel momento representaba 5 dólares por cada habitante del planeta al día o bien el 13.3 por ciento del PIB Mundial. Esta cifra equivalía a 11 veces el tamaño de la inversión extranjera directa que se movía en el planeta (1.230 millones de dólares durante 2014).
Ante este contexto, es importante mencionar que estimaciones del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI) entregadas en abril pasado, indicaban que el gasto militar mundial creció durante el último año 2.6 por ciento para superar los 1.8 mil millones de dólares y marcar un máximo histórico. Estas cifras se obtuvieron sin considerar las inversiones notables realizadas en defensa y militarización por naciones como Corea del Norte, Siria, Eritrea o Emiratos Árabes Unidos.
Aunque no se sabe si el ataque de Estados Unidos desatará o no un conflicto bélico de alcance mundial, lo que queda claro es el el incremento en las tensiones tenderá impactos para la economía global, situación que pondrá en riesgo la cadena de consumo en más de un país alrededor del mundo.