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Los empleados que están en el equipo de un líder capaz pueden sentirse hasta 39 por ciento más motivados que el promedio
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Ocho de cada 10 personas no confían lo suficiente en sus jefes como para decirles la verdad
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Un número muy similar de personas apunta que la falta de apreciación es la principal razón para abandonar un trabajo
Hoy se inaugura no solo un nuevo año, sino también una década completamente limpia para cumplir metas y objetivos. También es una oportunidad para reforzar las capacidades para ser un gran líder. Es decir, es el chance de aprender tanto lo que no se debe hacer como los temas en tendencia para las generaciones jóvenes. Además de encontrar aún más modelos a seguir.
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El papel del líder fue crucial en 2019 y lo seguirá siendo para 2020. Según Infopro Learning, solo el 19 por ciento de las marcas son efectivas al desarrollar a la gente para desempeñar tareas de gestión. MDA apunta que el 58 por ciento de estos roles no tuvieron entrenamiento.
Lo anterior significa que, si se quiere ser un líder, la gente tendrá que prepararse por sí sola. Pero esto no tiene por qué ser un reto imposible de superar para 2020. Según el Harvard Business Review, hay 10 tips que pueden ayudar a esta población a ser todavía mejores:
Un líder necesita tener un calendario
Muchas personas en altos puestos necesitan listas de pendientes. Sin embargo, la única forma de sacarles el mayor provecho es también designándoles espacios estrictos en su horario de trabajo. De lo contrario, será fácil dedicar muy poco (o demasiado) tiempo a ciertas labores.
Hay que mejorar habilidades de pensamiento crítico
Cualquier líder puede diferenciarse en el mercado con esta habilidad blanda. En 2020 y a futuro será más común que las máquinas hagan tareas de análisis de datos y otras actividades de alto perfil. Así que, para dar valor a la marca, se requiere gente que piense fuera de la caja.
Reafirmar capacidades de presentación para el líder
Los puestos más altos en una organización deben dar discursos y explicar temas complejos de forma constante a colaboradores y subordinados. Por eso es crucial que reafirmen su estrategia de exposición, tomando en cuenta que el objetivo es siempre persuadir a la gente.
Dejar atrás errores del pasado
Equivocarse es humano y puede sucederle incluso al mejor líder. Si bien estas fallas pueden servir como material para mejorar, no tiene caso seguirlas manteniendo de forma indefinida. Los buenos managers saben distinguir entre sus sentimientos y su real capacidad profesional.
Parar de hablar y empezar a escuchar como líder
Si hay una clave crucial en la comunicación efectiva, es que es igual (o más) importante prestar atención que hacerse oír. Para 2020, los roles directivos deben mejorar cómo se conectan con su equipo de trabajo. Y en específico, aprender a recibir y entender sus quejas o sugerencias.
Tener preparadas las conversaciones difíciles
Constantemente un líder tiene que comunicarse con uno o más miembros de su equipo para comunicar noticias complejas. Estos encuentros pueden ser un desastre si las personas no se alistan de antemano. Solo así podrán alcanzar sus objetivos para cada interacción retadora.
Imponer estándares de trabajo desde el rol del líder
Las mejores cabezas son un modelo a seguir para su equipo. Si un manager tiene buenas prácticas laborales, la empresa se va a ver beneficiada. Ejemplo, se podría empezar a designar unas horas a la semana para acabar pendientes o tener un buen balance entre vida y carrera.
Reducir los desperdicios de las reuniones de trabajo
Un buen líder evita que su equipo considere estas tareas una pérdida de tiempo. Para eso, se ajusta a los principios más básicos. Por ejemplo, evitar que el tema se salga de control, tener una agenda y objetivos claros, designar asistentes esenciales y mejorar el sistema cada vez.
Aceptar retroalimentación al líder
No solo los colaboradores deberían recibir revisiones de desempeño. También la gente al frente de los equipos tiene que estar abierta a una mejora continua. Todo esto debe llevarse a cabo en un ambiente de confianza, respeto mutuo y mente abierta a la superación personal.
Tener en cuenta la sed de propósito de las personas
En general, la gente necesita sentir que su trabajo forma parte de algo más grande que ellas mismas. Esto ayuda a darle una sensación de satisfacción más integral y completa a quienes colaboran en la empresa. Un líder debería ser un habilitador poderoso para esta difícil meta.