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Esta “constituciĆ³n” del internet contĆ³ con el apoyo de 80Ā organizaciones
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Derechos y obligaciones estƔn divididos en tres pilares: Gobiernos, usuarios y marcas
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La iniciativa estĆ” inspirada en el GDPR europeo, The Mozilla Initiative y la ONU
Ciertamente el internet se ha convertido en uno de los espacios mĆ”s caĆ³ticos, pero cruciales, para las estrategias de comunicaciĆ³n de las empresas. Por una parte, ya abarca la mitad del gasto global de las marcas en activaciones de marketing. Al mismo tiempo, es la habilitadora por excelencia de fenĆ³menos como los ciberataques y las violaciones a la privacidad de datos personales. En este sentido, una de las grandes preocupaciones de los agentes del entorno es su buena regulaciĆ³n.
Sin embargo, tener una buena gestiĆ³n del internet es una tarea muy Ā compleja. De entrada, segĆŗn Carnegie Endowment for International Peace; el sistema es tan internacional y dinĆ”mico que serĆa casi imposible tener un control directo sobre Ć©l. A eso se debe sumar que, como apunta Law Fare, cada paĆs tiene leyes distintas. Esto hace aĆŗn mĆ”s difĆcil poner parĆ”metros y castigos de una forma estandarizada. Por supuesto, que sea un reto no significa que no haya gente tratando de lograrlo.
Varios grupos, gobiernos y compaƱĆas de escala internacional estĆ”n en contacto constante para decidir cĆ³mo crear un mejor entorno en el internet. No solo para que los usuarios no se vean afectados por agentes maliciosos o reducir la incidencia de cibercrĆmenes o similares. TambiĆ©n su intenciĆ³n es establecer parĆ”metros que les permitan, segĆŗn sea el caso, vigilar o recriminar a los entes que no se ciƱan a las reglas. O saber cĆ³mo evolucionar su negocio sin tanta controversia.
Una constituciĆ³n para el internet
Es posible que una nueva propuesta de regulaciĆ³n pueda ser la respuesta que toda la industria estaba buscando. De acuerdo con AP, el fundador de la World Wide Web, Tim Berners-Lee, acaba de lanzar su Contract for the Web. Se trata de una serie de reglas, buenas prĆ”cticas, derechos y obligaciones para usuarios, empresas, instituciones y otros agentes para actuar en internet. Este compromiso pretende, sobre todas las cosas, mantener la libertad de expresiĆ³n y conocimiento.
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La nueva āconstituciĆ³n del internetā trata de estandarizar principios en temas como navegaciĆ³n, libertad de expresiĆ³n y circulaciĆ³n de informaciĆ³n, privacidad, etcĆ©tera. Como parte del anuncio, varias empresas, instituciones de gobierno y organizaciones civiles se comprometieron a honrar el documento, que no es de calidad vinculante. Entre las marcas mĆ”s importantes que firmaron esta promesa se cuentan Google y Facebook, dos de los mĆ”s grandes agentes comerciales del sector.
ĀæServirĆ” un manual de buenas prĆ”cticas?
No serĆa la primera vez que un grupo de agentes de la industria digital se unen para regular el internet o un aspecto de Ć©ste, cuando menos con el uso de mejores prĆ”cticas. La UniĆ³n Europea lanzĆ³ hace unos meses un manual para la correcta implementaciĆ³n de Inteligencia Artificial comercial. En junio, varias marcas, anunciantes y plataformas de publicidad se reunieron para establecer mejores prĆ”cticas en su compraventa de espacios de promociĆ³n en el mundo digital.
Hay dos preguntas importantes que hacer aquĆ- La primera es, ĀæquĆ© peso puede tener un documento no-vinculante para ayudar a regular y crear un mejor internet? PodrĆa parecer una iniciativa muy simple, pero tambiĆ©n tiene el potencial de tener grandes resultados a futuro. Al final, se trata de establecer un estĆ”ndar al que puedan adecuarse fĆ”cil y rĆ”pidamente varios organismos y compaƱĆas. Y que pueda ser tomado en cuenta para regulaciones nacionales.
El mayor problema de fondo es todavĆa el carĆ”cter no vinculante de este trato. Si bien hay marcas e instituciones que tienen buenas intenciones, tambiĆ©n es cierto que hay poca motivaciĆ³n para actuar si no hay amonestaciones ni remuneraciones. AsĆ pues, se tendrĆ” que confiar, de nuevo, en la buena fe y voluntad de sus participantes. Algo que no es ideal cuando hay tantos problemas en el internet que, a pesar de las intenciones positivas, continĆŗan eludiendo una buena soluciĆ³n.