-
Under Armour está bajo investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos y la Bolsa de Valores de NY
-
Entienden que manipuló reportes trimestrales de ingresos en 2016
-
Un nuevo informe del WSJ confirma los hechos a partir de la consulta a ex ejecutivos de la compañía
La primera semana de noviembre se conoció que Under Armour, la marca de ropa deportiva que quiere jugar de igual a igual con los gigantes del sector -Nike y Adidas-, está bajo una investigación en los Estados Unidos, según diera a conocer inicialmente el Wall Street Journal.
Se trata de una investigación penal del Departamento de Justicia que busca determinar si Under Armour modificó datos contables para que la empresa pareciera más saludable.
Fue en 2016 y la pesquisa se inició en 2017.
En paralelo, también se analizan los números de la compañía de Baltimore en una comisión de la Bolsa de Valores de NY. Se quiere conocer si esas sospechas pudieran haber beneficiado o perjudicado a los accionistas.
Under Armour confirmó el proceso, pero niega haber incurrido en ilícitos.
Este viernes, la novedad es que trascendió cómo habría sido el procedimiento.
Se conoció a través de otro artículo del WSJ en el que el medio estadounidense, en base a las declaraciones de ex ejecutivos de la marca, se explica que se “tomaron prestados” ingresos de ventas de trimestres futuros para, supuestamente, ocultar la desaceleración de la demanda en 2016.
Al parecer, ese año Under Armour se apoyó en los minoristas para que se llevaran productos antes de tiempo. Son ex directivos de las áreas de ventas, logística, comercialización y finanzas.
Según el medio estadounidense, la ropa deportiva de la marca enviaba a las cadenas de retail al final del trimestre más productos de los que habían comprado para poder considerarlos en ese lapso fiscal, forzando un adelantamiento artificial de los ingresos del ejercicio.
El objetivo habría sido mostrar mejores resultados de ganancias al momento de dar a conocer los reportes a los accionistas.
De acuerdo con el Journal, los investigadores federales tienen incluso correos electrónicos que demuestran que el fundador y CEO de Under Armour, Kevin Plank, sabía sobre la práctica.
Plank renunciará como presidente ejecutivo el 1 de enero de 2020, pero permanecerá en la compañía como presidente ejecutivo. El presidente y director de operaciones, Patrik Frisk, lo reemplazará como CEO.
Under Armour dijo en un comunicado que la investigación la limita a la hora de hacer declaraciones a los medios, por lo que no pueden defenderse públicamente en la prensa mientras dure el proceso.
Igualmente, aseguran que la junta directiva de la compañía respalda sus informes financieros.
“A este respecto, nuestro proceso para reconocer ingresos y registrar devoluciones y otras asignaciones no ha cambiado y siempre ha cumplido con los principios de contabilidad generalmente aceptados”, dice parte del comunicado.
Under Armour es una de las marcas deportivas que más creció en este siglo a través de la innovación y de un liderazgo ambicioso.
Sin embargo, en los últimos dos años, el crecimiento dejó de tener la fortaleza anterior, especialmente por la baja en las ventas en Estados Unidos, el mercado donde comercializa dos de cada tres prendas.
Su estrategia de comunicación se basa en vender una marca centrada en las personas y en el alto rendimiento.
Algunos especialistas entienden que su enfoque en el alto rendimiento es una de las razones de sus recientes “dolores de crecimiento”. Al parecer, mantenerse lejos de lo que se llama “ropa de moda”, la clave de Nike y Adidas, genera un techo difícil de romper en cuanto a volumen de venta.
También está haciendo foco en hacer crecer el negocio en la venta de productos para mujeres, algo que no era prioridad hace unos años.