-
La campaña de Budweiser fue realizada por la agencia de publicidad Vayner Media
-
Así como Megan Rapinoe, otras jugadoras del equipo femenil de EEUU han aprovechado su relevancia para otros proyectos
-
Por ejemplo Alex Morgan, la co-capitana de la agrupación, fundó su propia agencia creativa
Una de las luchas más comunes entre las empresas, particularmente durante sus iniciativas comerciales, es la equidad de género. Ejemplos sobran. Melinda Gates lanzó hace semanas una campaña con comediantes para hablar sobre la brecha económica entre los hombres y las mujeres. L’Oréal, en la primera mitad del año, también inició una activación para dar a conocer ventajas estadísticas sobre el beneficio de emplear mujeres en los altos puestos directivos.
Hay tantas formas en que una campaña puede abordar el problema porque la desigualdad de género tiene una infinidad de formas. Makers señala que todavía las mujeres ganan apenas el 77 por ciento de lo que reciben sus contrapartes masculinas en los mismos puestos de trabajo. Skillcrush señala que tres cuartas partes de las víctimas reciben represalias cuando denuncian acoso sexual. Inequality también señala que su carga de deuda suele ser mayor.
Sin embargo, no todas las empresas pueden abordar este reto. En primera instancia, una campaña sobre la desigualdad de género puede ser negativa si no se genera un mensaje que resuene adecuadamente con la audiencia. A eso se le debe de sumar que, si la compañía no parece auténtica en el comercial, de hecho puede generar represalias. Por eso, algunas marcas se han empezado a colgar de un aspecto en el que hay poca controversia: el deporte.
Una campaña de Budweiser con Megan Rapinoe
Ejemplo perfecto de este fenómeno está en la más reciente campaña comercial de Budweiser. La cervecera se acaba de aliar con Megan Rapinoe, una de las deportistas más destacadas de Estados Unidos (EEUU). La mujer saltó a la fama, con el resto de su equipo, cuando ganaron la Copa Mundial de Fútbol Femenil de la FIFA hace unos meses. La mujer se convirtió, gracias a su agenda social y rencillas con el presidente Trump, en un ícono para la igualdad de género.
Por ello, Budweiser la convirtió (literalmente) en la voz de su campaña It’s Worth Watching. El video, subido a YouTube hace unas horas, consiste de fotografías donde se retratan los triunfos de la selección de fútbol femenil de EEUU durante la Copa Mundial. Rapinoe, como narradora, agradece a Budweiser el haberle dado visibilidad a su equipo. Asimismo, anima a empresas y marcas a sumarse al proyecto para apoyar y contar la historia de las jugadoras.
¿Una estrategia comercial peligrosa?
Rapinoe y su equipo ya se han aliado con el sector empresarial para una campaña publicitaria. BodyArmor y la futbolista lanzaron un video en julio pasado para celebrar su victoria en la Copa del Mundo. El video, en su momento, fue muy comparado con la iniciativa Dream Crazy de Nike. La misma Nike, después de la victoria del equipo, emitió un mensaje de apoyo y felicitación a las mujeres. El tema también fue abordado por Guinness, pero desde el rugby.
Aunque se ha visto en otras ocasiones, ¿podría ser que la campaña de Budweiser en esta ocasión sea demasiado peligrosa? Hace solo unos días se reveló que, en realidad, la gente no quiere que las marcas tomen partido en temas sociales. Y si hay un tópico que es de gran importancia cultural, es el de la desigualdad de género. Es posible que la compañía se haya metido de lleno en una posible controversia al mostrar su abierto apoyo a Rapinoe y el equipo.
El efecto podría incrementarse por el foco de la campaña. Su intención es, claramente, ligarse al equipo como un pionero en la lucha de la equidad de género. Y, al mismo tiempo, volverse un símbolo en el mundo empresarial en el apoyo a este tipo de luchas. Ciertamente se trata de una gran iniciativa que tal vez más empresas deberían de seguir. Pero la forma en la que se plantea al público podría ser difícil de digerir, en especial por la complejidad del tópico en sí.