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El sistema que compró Facebook interpreta los comandos que envían las neuronas hacia los músculos de la mano
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Después la tecnología interpreta estas acciones y las transforma en indicaciones para la máquina
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La innovación potencialmente daría la capacidad de realizar acciones más allá del alcance del cuerpo humano
Las compañías de tecnología están en una constante búsqueda de nuevos dispositivos y sistemas para el consumidor. Por ejemplo, Xiaomi lanzó hace horas un smartphone con pantalla infinita. Google, por su parte, presentó ayer un sistema de suscripción similar al Apple Arcade para Android. Por su parte, Volkswagen dijo trabajar en un auto eléctrico “para las masas” hace semanas. Entre las empresas en este proceso de innovación está Facebook.
De acuerdo con Market Realist, Facebook invierte alrededor de dos mil millones de dólares (mdd) anuales en desarrollo e investigación. Según Notesmatic, parte de estas iniciativas son para mejorar su negocio de publicidad inteligente. Sin embargo, la empresa ha incrementado su interés en tecnologías más tangibles. Y es que, a pesar de ser reconocida por sus redes sociales, la marca de hecho tiene también una serie de proyectos en productos al consumidor.
Tan solo hace unos días, la empresa lanzó una nueva línea de aparatos Portal, su división de smart-homes. A eso hay que sumarle que Facebook, ya hace varios años, lanzó su propio smartphone para el público de consumidores. Actualmente, también tiene una prometedora división de robótica que trabaja en perfeccionar sus sistemas de Inteligencia Artificial. Pero hay un proyecto más interesante, incluso preocupante, que el resto: la interfaz cerebro-máquina.
Hasta mil mdd para que Facebook pueda controlar máquinas con la mente
Según The Drum, la red social acaba de invertir entre 500 y mil mdd en la adquisición de la startup CTRL-Labs. La marca de tecnología trabaja en una pulsera capaz de interpretar los comandos mentales de las personas y traducirlos en indicaciones sencillas para sistemas computacionales. Es decir, un dispositivo no-invasivo que sería capaz de traducir los pensamientos en órdenes para las máquinas, al estilo de dar click a un botón digital.
Facebook podría utilizar el conocimiento de la empresa para permitir a sus usuarios subir fotografías y publicaciones a su plataforma social simplemente con pensarlo. De acuerdo con la compañía, quieren lograr que los dispositivos de CTRL-Labs “se vuelvan una extensión natural del movimiento”. En un futuro, se planea una integración con otras innovaciones. Específicamente, para controlar complejos sistemas de Realidad Virtual y Aumentada (RV/RA).
Por el control de la mente
No es la primera vez que Facebook, o alguna otra tecnológica, trata de desbloquear el poder de la telekinesis para un fin comercial. Para sus lentes de RA, la red social ya había dicho hace meses que trabajaba en interfaces cerebro-máquina para mejorar el control de estos sistemas. También Elon Musk, en 2017, prometió que desarrollaría una tecnología similar para 2021. Tan solo hace unos meses, el emprendedor sudafricano demostró las capacidades del prototipo.
¿Sería prudente que una compañía como Facebook desarrolle una interfaz cerebro-máquina? La pregunta es relevante por dos razones. Primero, no es necesario recordar que la empresa de Mark Zuckerberg está metida en una profunda crisis de confianza por su tratamiento de datos personales. A eso hay que sumarle que, en otras veces, desarrolladores y colaboradores de la marca han mostrado que no se preocupan por el bienestar general de los usuarios.
Es cierto que Facebook tendrá que superar un gran número de filtros y barreras si en algún momento quiere vender esta tecnología al público. Su criptomoneda Libra no parece que saldrá en ningún momento pronto y no amenaza con leer la mente de sus usuarios. En este sentido, la red social y Mark Zuckerberg deben analizar cuidadosamente cómo presentarán las capacidades de la tecnología. No solo por la forma que lo vayan a tomar los reguladores.
Si los usuarios temen que Facebook abuse de esta interfaz cerebro-máquina, habrá pocas oportunidades de monetizar esta considerable inversión.