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De acuerdo con Statista, hasta el 50 por ciento de los ciudadanos de EEUU jamás discuten de política en redes
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Amazon obtuvo ingresos de 232 mil 890 millones de dólares para finales de 2018
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Según el Departamento de Investigación de Merca 2.0, Alexa es el cuarto asistente de voz más instalado
Si hay dos elementos que generalmente no se llevan bien uno con el otro, es la política y la tecnología. Siempre que ambos universos se atraviesan, suelen ocasionar controversias. En ocasiones, algunos funcionarios temen que algunas plataformas estén censurando sus visiones y comentarios. En otras ocasiones, con el precedente de Cambridge Analytica, simplemente se teme que se puedan afectar los resultados electorales en los países.
Pero hay varias formas en las que las compañías de tecnología y la política están fuertemente relacionados. De acuerdo con Futurism, son cruciales tanto para la difusión de información legítima como de fake news. Por su parte, Forbes recuerda que estos canales innovadores son el nuevo medio de comunicación para llegar a los votantes, especialmente los más jóvenes. Eso sin contar el potente efecto para cambiar la opinión pública que define el Pew Research.
Así pues, es imposible que las compañías de tecnología no se involucren en la política. No importa si lo deseen o no, las marcas del sector deben estar al pendiente de los desarrollos y eventualidades que ocurren entre funcionarios, gobernantes y ciudadanos. Por supuesto, hay de intervenciones a intervenciones. Para la mayor parte de las personas, la función de estos negocios debería ser asegurar un terreno de juego justo. Otras empresas ven más allá.
Una aventura al mundo de la política
Entre las compañías que han decidido tener un rol más contundente en la política se cuenta Amazon. De acuerdo con The Verge, la compañía de Jeff Bezos añadirá una nueva característica a su asistente de voz. Próximamente, los usuarios de Alexa podrán realizar donaciones a la campaña política de su candidato presidencial favorito. Por el momento, esta habilidad estaría limitada al proceso electoral de Estados Unidos (EEUU) para 2020.
Para hacer las donaciones a la campaña, bastará con que los usuarios digan “Alexa, quiero hacer una contribución política” o “Alexa, quiero donar [X cantidad] a [X candidato]”. Amazon describió que esta función solo estaría disponible a los “comités de campaña principales”. The Verge asegura que la compañía de Jeff Bezos se negó a proporcionar una definición clara del término. Por lo tanto, se podría reservar el derecho de qué agentes considerar y cuáles no.
¿La tecnología debería meterse en política?
No sería la primera vez que una empresa ofrece un servicio directamente a candidatos presidenciales u otros aspirantes a una oficina pública. Microsoft, desde hace meses, anuncia su sistema ElectionGuard para “proteger la democracia” de los países. Por su parte, Facebook se propuso incrementar las medidas para cualquier campaña política publicitaria en su red social. En un anuncio, hasta Burger King se ha colgado de la controversia de estos procesos.
Sin embargo, estas propuestas son diametralmente distintas a lo que propone Amazon. En efecto, la compañía de Jeff Bezos quiere ser un habilitador para el financiamiento de las campañas presidenciales de EEUU. No solo eso, sino que aparentemente está siendo muy poco transparente con cómo planea llevar a cabo la iniciativa. Esto podría llevar a la marca a meterse en algunos problemas, y no solo con el público en general o los mismos candidatos.
Involucrarse en el juego de la política no es ninguna broma. Las marcas, si quieren tratar de beneficiarse comercialmente de estos procesos, deben procurar que todas las iniciativas sean lo más transparentes posibles. Así, pueden evitar posibles amonestaciones de parte de los reguladores. Ya tienen suficientes problemas con las autoridades por su trato de los datos personales. Las tecnológicas no necesitan mayor escrutinio por querer entrar a las elecciones.
No solo se trata de lavarse las manos. Con un poco más de transparencia, más candidatos presidenciales podrían considerar un uso frecuente de su herramienta política.