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Cada administración federal tiene sus respectivas definiciones y multas en torno a la publicidad engañosa
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Según Articulate, hasta el 68 por ciento de las estadísticas utilizadas en marketing son falsas o confusas
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De acuerdo con Chron, esta práctica puede abarcar datos, sintaxis, imágenes alteradas y muchos otros aspectos
Todas las compañías, de alguna forma u otra, deben utilizar la publicidad. Es a través de la publicidad que los negocios pueden dar a conocer sus productos y servicios. Asimismo, sirve para que las empresas puedan difundir las actividades de su negocio y crear reputación de marca. Incluso pueden servir para desarrollar lazos más estrechos entre las organizaciones y su público. Así pues, se trata de una herramienta indispensable en la actividad comercial.
Esto puede verse fácilmente en las estadísticas de inversión. Tan solo dentro del video digital, se espera que en 2019, cada agencia de publicidad en el mercado invierta más de 18 millones de dólares (mdd) únicamente en estos recursos. También en México va en crecimiento la cantidad de dinero que se destina a las actividades. Según el Departamento de Investigación de Merca 2.0, para finales del año este sector reunirá un gasto de cuatro mil 230 mdd.
Pero el que las empresas estén invirtiendo tanto en publicidad no necesariamente significa que estén llevando a cabo las mejores prácticas. De hecho, varias marcas están llevando a cabo campañas e iniciativas que incluso podrían ser dañinas para sus objetivos de negocio a largo plazo. Esto se debe a que sus estrategias pueden estar mal implementadas o porque sus técnicas no están optimizadas a su mercado. Pero también hay casos de simples omisiones.
Un caso de publicidad engañosa
Juul, de acuerdo con CNN, acaba de meterse en un gran problema con las autoridades de Estados Unidos (EEUU). La Administración de Alimentos y Drogas (FDA) determinó que la publicidad de la fabricante de cigarros electrónicos era engañosa. Específicamente, se señaló que la empresa afirmaba que sus productos eran más seguros que las variantes del tabaco más tradicionales. La agencia afirmó que estas aseveraciones no tienen fundamento.
Según la FDA, las compañías están obligadas a realizar estudios si desean afirmar que sus productos son más seguros o mejores que otros de la competencia en su publicidad. La agencia señaló que Juul omitió este paso y de cualquier manera realizó estas aseveraciones en sus anuncios. Así pues, la institución ordenó a la marca realizar las correcciones adecuadas a su comunicación. Por su parte, el negocio señaló que cooperará con las indicaciones.
Los peligros ocultos y silenciosos de la publicidad engañosa
Otras empresas han sido acusadas anteriormente de mentir, de una forma u otra, en su publicidad comercial. A inicios del mes, una organización interpuso una queja formal contra un canal de reseñas en YouTube por no aclarar correctamente sus relaciones de negocio. Apple, en el lanzamiento de su iPhone XS, también se le acusó de ocultar la posición de su cámara frontal. Incluso Tesla ha sido reprendida por presumir la seguridad de sus Tesla en anuncios.
Estos casos, así como el de Juul, demuestran lo relativamente fácil que es cometer publicidad engañosa. No solo se comete esta falta cuando la marca en cuestión miente a propósito en su comunicación. Se puede iniciar un proceso incluso cuando se trata de una omisión o detalle que pueda confundir a la audiencia objetivo. En este sentido, este problema no solo es cuestión de ética. Es verdaderamente un riesgo silencioso, incluso mortal, para los negocios.
Así pues, es necesario que las marcas revisen cuidadosamente todas las piezas de publicidad que salgan de su compañía. Es fundamental corroborar que absolutamente todos los recursos sobre un producto o servicio sean claros. Si se sospecha que pueden provocar confusión en los consumidores, se debe corregir lo antes posible. Este acercamiento proactivo al problema puede evitar una amplia serie litigios legales a las marcas en el corto, mediano y largo plazo.