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En México, apenas el 3.2 por ciento de los emprendimientos supera los 10 años de edad
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Además, apenas uno de cada cinco negocios recibe apoyo financiero de instituciones de gobierno o programas de fondeo
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Una de las causas más frecuentes de la quiebra de empresas en los primeros años de vida es el mismo emprendedor
Es muy común que los individuos quieran emprender y sacar adelante un negocio propio. Comparado con tener un trabajo convencional, es entendible por qué esta opción es atractiva. No solo es una opción que no discrimina edad, recursos económicos o habilidades natas. También permite a las personas trabajar a su propio ritmo y ser “sus propios jefes”.
Sin embargo, a pesar de ser una idea atractiva, no significa que sea válida o infalible para todo el mundo. De hecho, es muy común que un nuevo negocio falle. De acuerdo con el Instituto del Fracaso, el 83.5 por ciento de las empresas en México mueren antes de los tres años. Las razones varían. De acuerdo con Forbes, a veces no se encuentra suficiente fondeo para sacar adelante el emprendimiento. Según OnStrategy, también afecta una mala administración.
Pero muchas veces, la culpa es directamente atribuible a la actitud de los emprendedores. Según Medium, es común que no se tengan conocimientos de negocio. Rescue a CEO añade que también puede haber una falta de apropiada planeación. Por su parte, Kajabi cree que muchos individuos solo “juegan” a ser emprendedores en lugar de dedicarse a su empresa. Ante éste último problema, la firme identifica cuatro pasos para dejar atrás esta tendencia:
Encontrar la razón de ser un emprendedor
La parte más importante del emprendimiento es comprender por qué se quiere tener un negocio. Esto es fundamental porque, sin que se tenga esta meta clara, es difícil obtener la motivación para sacar adelante una empresa. Asimismo, esto sirve a la mayoría de las personas a darse cuenta si en verdad desean iniciar una compañía o solo es un capricho.
Concentrarse en los aspectos más importantes del negocio
Muchos nuevos emprendedores siempre están buscando las tendencias y aprendiendo cosas nuevas. Esta sed de novedad puede ser muy útil para muchas cosas, pero es particularmente dañina para iniciar un negocio. Levantar una empresa desde cero requiere dedicación y concentración. Estar siempre persiguiendo las novedades impide enfocarse en lo importante.
Reconocer las fortalezas
Las personas no son perfectas. Esto significa que, como emprendedores, también tendrán actividades en las cuales resalten y donde no puedan estar a la altura. Saber estas limitantes y ventajas es crucial al momento de mantener un negocio a flote. De lo contrario, se podrían dejar pasar oportunidades de oro o poner demasiada presión en una tarea.
Solicitar la ayuda necesaria
Ningún emprendedor o negocio puede salir adelante por sí solos. En ese sentido, es crucial que estos individuos busquen el apoyo de los profesionales que necesiten. No contratar talento legal o financiero en el momento adecuado puede significar enormes dolores de cabeza a largo plazo. O bien, la quiebra absoluta de la empresa.