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Swarovski, de acuerdo con la misma compañía, registró ganancias de tres mil 500 millones de euros en 2018
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En cifras de Statista, el mercado de la joyería, a escala global, tuvo un valor de 18 mil millones de euros ese mismo año
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La campaña, en estimaciones de iSpot.tv, ya ha generado seis millones de impresiones en Estados Unidos
Lentamente las mujeres han reclamado un lugar más importante en todos los aspectos de la vida cotidiana. No solo empiezan a ser reconocidas como el motor de la economía que son. También industrias como los videojuegos, el deporte, la publicidad y las bebidas alcohólicas empiezan a luchar por una mayor equidad de género. Este empoderamiento femenino, como lo demuestra una campaña de Swarovski, también empieza usarse como estrategia de venta.
Para la campaña Confidence Strut, la marca de lujo reafirma la imagen de la mujer fuerte y confiada. A lo largo del comercial, muestra a una mujer en varios espacios de la vida profesional y personal. En cada escena, se da a entender que la actriz es dueña de la situación y, naturalmente, se liga este sentimiento a los productos de la marca. El mismo nombre de la línea, Optik Power Collections, también refuerza el mensaje de empoderamiento.
Empoderamiento femenino como estrategia de campaña
No es la primera vez que una marca le apuesta al empoderamiento del género femenino para vender un producto o servicio. Disney, para la estrategia de marketing de Toy Story 4, se recargó con fuerza en el personaje de Bo Peep para atraer al público de niñas. Nike, en un giro de su campaña Dream Crazy, presentó la activación Dream Crazier para ilustrar la lucha de las mujeres deportistas. Un movimiento que, dadas las circunstancias, no fue el más prudente.
Pero este acercamiento no es sencillo. Stella Rising apunta que el mensaje de cualquier campaña de este tipo debe ser consistente con la forma en la que actúa y se presenta la marca ante los retos de género. Mashable señala también estos esfuerzos de marketing, además, deben evitar una comodificación del empoderamiento femenino. Según la BSR, este enfoque incluso puede ayudar a desarrollar una estrategia de sustentabilidad.
Ciertamente hay un público ávido de ver a las marcas tomar una posición contundente en el tema de la equidad de género. También hay mujeres que necesitan el respaldo de grandes organizaciones y marcas para seguir luchando por un piso parejo en todos los aspectos de su vida. Pero relacionar esta sensación de empoderamiento a un producto o servicio no logra ninguno de estos objetivos. El poder y confianza no pueden venderse. Es una lucha en la que las marcas deberían apoyar al público, no simplemente tratar de enriquecerse a su costa.