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Ferrari cayó en la bolsa luego de resultados que no fueron los esperados por el mercado.
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Igualmente, espera sumarse con fuerza a la tendencia en China de adquirir productos de lujo.
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Aston Martin, uno de sus rivales, está con graves dificultades.
La industria automotriz está pasando por una etapa de incertidumbre. El cambio hacia motores de energía limpia, el menor crecimiento de China y las alteraciones en las tendencias de los consumidores está modificando de manera inédita un mercado que fue estable por décadas.
Al problema lo tienen todas las marcas, pero especialmente aquellas que apuntan a un público meta mucho más acotado, con menor margen de acción a la hora de tomar decisiones: las compañías que fabrican carros deportivos de lujo.
La novedad de este viernes es que Ferrari cayó en la bolsa después de que el fabricante de superdeportivos registrara una desaceleración en el crecimiento de las ganancias y las ventas. Las acciones disminuyeron 6,9% antes de que se suspendieran las negociaciones.
La caída se produjo porque las expectativas de los analistas eran superiores a las que finalmente fueron comunicadas para el segundo trimestre de 2019.
Ferrari informó un crecimiento del 8% para los meses de abril, mayo y junio, en comparación con un avance del 15% en el análisis del primer semestre completo. El crecimiento en las ganancias operativas también se desaceleró.
La baja en la bolsa sorprende porque los resultados fueron superiores al promedio del mercado de automóviles en general, sector que soporta la baja en la demanda china, pero que en el caso de las Ferrari no afectó.
La marca está tratando de mejorar su desempeño en el gigante asiático de la mano del mayor interés de las clases más acomodadas por los artículos de lujo, empresa en la que están Hermes International o Prada Spa, por caso.
Superdeportivo eléctrico
Ferrari presentó en junio su primer eléctrico híbrido. El SF90 Stradale es el primer automóvil deportivo de Ferrari en tener tracción en las cuatro ruedas, puede ir de 0 a 100 km/h en 2,5 segundos y funciona a gasolina y electricidad.
Según analizaba el malogrado Sergio Marchionne, quien falleció el año pasado cuando era el presidente de FCA, el grupo que integra Ferrari, “los fabricantes de automóviles tendrán menos de una década para reinventarse y apostar por las nuevas tecnologías, o su futuro no estará asegurado”.
Aston Martin
La situación de Ferrari es para festejar si se la compara con la de su rival entre las deportivas de lujo: Aston Martin.
El futuro del fabricante de autos inglés está muy condicionado: el precio de sus acciones cayó más del 70% desde que salió a la bolsa en octubre de 2018.
La compañía enfrenta un grave problema para una marca de lujo: los precios bajan, lo que le hizo perder dinero en el segundo trimestre.
Quizás uno de los problemas de la marca sea que no se ha estado enfocando en el core de su negocio, que son los autos. Entre las estrategias está la idea de impactar de otra manera a los consumidores de lujo.
En 2017, por ejemplo, forjó una alianza con el desarrollador GampersandG Business Developments de Miami para diseñar un concepto especial de “residencias de lujo”. Así es, estuvo explorando el mercado de bienes raíces.
Estas marcas dominan el mercado de los autos de lujo en el mundo.