Por Luis Miguel Martínez
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Tal como la máxima olímpica de “Citius, Altius, Fortius” (Más rápido, más alto, más fuerte), la frase “engage, collaborate, connect” parecería ser la máxima de los medios sociodigitales.
Curiosamente, en el marco del 40 aniversario de Telecom World de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, inmediatamente surge la duda sobre si todos los actores están hablando del mismo “connect”.
El modelo convencional de los sistemas abiertos interconectados, también conocido como ISO-OSI, sugiere que la interacción entre humanos sólo se puede dar en tanto la interacción de máquinas sea factible. A los ojos de la UIT, la conexión sólo se da en tanto hay enlaces (alambrados o no) entre equipos de transmisión y recepción.
Sin embargo, la conexión a la que se refiere la máxima, no es física, sino social. Los vínculos entre personas que han colaborado entre ellas, son más fuertes que los que recién se conocen. Las conexiones surgen de las redes, desde las lineales hasta las más caóticas. Cabe aclarar que las redes son compuestas por enlaces. Así, en la red social los individuos se interconectan o se enlazan. Incluso los grupos más cerrados adquieren una topología o forma de red. Tal como lo discuten Christakis y Fowler, la conexión entre los individuos en una red social puede ser efímera o duradera, casual o intensa, personal o anónima. Para ellos, la conexión y el contagio son fundamentales para la construcción de la red.
Desde la perspectiva del marketing, la conexión con el producto debería ser duradera, intensa y personal; de forma tal que el consumidor dialogue con la marca. Que contagie a sus amigos con ideas, usos y “chismes” del producto, marca o servicio. Así, desde la perspectiva del marketing, la red no sólo se compone de usuarios, se compone de marcas, que puede dialogar. La conexión no es solo física como la entendería la UIT, es sentimental, emocional y afectiva.
En las redes sociales, primero surge la conexión, el “click” entre personas o entre personas y marcas. A partir de ahí, por imitación o por que simplemente les agrada, otros usuarios comienzan a hacer “click”. Silenciosamente, están colaborando para construir una red social alrededor de temas comunes. Finalmente, llega el “punto de no retorno” cuando el compromiso es tal que el usuario o cliente son fieles a la red y a los temas en común. Por eso, no parece ser que todos los actores estén hablando de la misma conexión.
“Cuando tu sonríes, el mundo sonríe contigo”. La empatía en la red se amplifica y las buenas campañas, logran una conexión casi memética con sus clientes. Conectemos antes de colaborar. Seamos clientes y proveedores comprometidos.
Sonríe, ¡no te desconectes!