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La Apple Card está muy cerca. Se espera que se pueda usar desde agosto.
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Es una asociación inédita de dos gigantes como la Big Tech y el mega banco de Wall Street.
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¿Qué ganará cada uno?
Apple y Goldman Sachs calculan poner a disposición de todos la esperada tarjeta de crédito en los próximos días. El lanzamiento será la culminación de un proceso tan disruptivo como arriesgado para el gigante de Silicon Valley, que desembarcará así, de la mano de un experto de Wall Street, en el mundo de los préstamos financieros.
Según publica Bloomberg este viernes, “la AppleCard está programada para ser lanzada en la primera quincena de agosto”. Se cumple así el anuncio que se hizo en marzo pasado, cuando Tim Cook, CEO de Apple, dijo que el proyecto estaba programado para el verano en el Hemisferio Norte.
Las personas que tengan un iPhone podrán inscribirse a través de la aplicación Wallet, que incluye a la AppleCard a partir de la última actualización de iOS 12.4.
Un plan inédito
La colaboración entre Apple y Goldman Sachs representa uno de los intentos más ambiciosos (e inédito) entre un gigante financiero como Goldman Sach y una de las llamadas Big Tech. Supone la combinación de dos culturas corporativas muy diferentes.
Para Goldman Sachs, uno de los objetivo con esta alianza es tratar de compensar con el financiamiento al consumo parte de una baja (que lleva más de una década) en los ingresos por operaciones. Al parecer, el acuerdo de Apple será el primero de una serie de asociaciones en esta misma dirección.
Algunos son escépticos. Según expertos de la industria, a diferencia de las asociaciones con grandes minoristas -como Costco, Walmart o varias aerolíneas-, donde los usuarios hacen compras regularmente, es más difícil saber cuánto gastarán realmente los usuarios de la Apple Card.
El análisis que hacen es el siguiente: si bien las compras de productos Apple tendrán un 3% de reembolso en efectivo con la nueva tarjeta, ¿la usarán para otras compras? ¿o sólo cada tres años para adquirir una nueva iMac o cambiar el iPhone? Si es así, no será muy rentable para Goldman Sachs.
Para Apple, en tanto, la tarjeta de crédito está pensada como una manera de atraer más ingresos de los usuarios de iPhone y “enredarlos” en su madeja de servicios.
Qué hace cada uno
Las empresas repartieron responsabilidades para desarrollar y gestionar el proyecto. Apple diseñó la tarjeta y conducirá la interfaz del software para iPhones.
El banco es el responsable de la infraestructura subyacente, la gestión de las controversias por los pagos, el manejo de los datos de las transacciones y la recopilación de la información de los estados de cuenta mensuales.
Goldman Sachs dispuso decenas de personas a trabajar en el proyecto fuera de sus oficinas centrales en Manhattan.
Por el lado de Cupertino, el proyecto está siendo administrado por los equipos de las aplicaciones Apple Pay y Wallet, que son parte de la compañía.
El producto fue diseñado para ser utilizado principalmente a través de Apple Pay, en lugar de como una tarjeta de crédito física común. Sin embargo, la compañía también emitirá a los usuarios una tarjeta real para los comerciantes que no acepten Apple Pay.
La tarjeta Apple contará con una estructura de recompensas en efectivo en lugar de puntos: ofrecerá a los usuarios reembolsos del 1% en las compras realizadas con la tarjeta física, del 2% para transacciones a través de ApplePay y del 3% para compras de productos o servicios de Apple.