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Los falsos influencers se han convertido en un mal que está afectando el rendimiento de las redes sociales como canales comerciales.
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El papel que juegan las marcas al momento de integrarse en canales digitales, las ha llevado a confiar de más en personalidades como los influencers.
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La industria de influencers es una de las más polémicas dentro de marketing digital, por las dudas que generan el cumplimiento de objetivos que deben demostrar.
Apostar por el influencer marketing ha llevado a esta industria a consolidar ingresos tan solo en Instagram y a nivel mundial por mil 700 millones de dólares esperados durante este 2019.
Los falsos influencers son un fenómeno que ha comenzado a impactar dentro del mercado, por el efecto negativo que se ha patentado dentro de este.
Resultados de un estudio de la plataforma Cheq y la Universidad de Baltimore concluyeron que los supuestos influencers que pagan por seguidores falsos tendrán un impacto negativo para el mercado publicitario de mil 300 millones de dólares.
La cifra crecerá hasta los mil 500 mdd durante 2020 y es una fuerte advertencia del impacto que tiene el hábito que se ha hecho en marketing digital de incluir en los presupuestos a personalidades que están quedando a deber en alcance real cada una de las pautas que se elaboran a través de ellos.
Casos como el de la “influencer” Arii, quien se quejó en su cuenta de Instagram de no poder vender ni 36 playeras que una marca le pedía como mínimo, para poder invertir en ella, son un claro reflejo del replanteamiento que debe haber sobre un mercado que está impactando negativamente en digital, una de las áreas que cuenta con grandes desarrollos tecnológicos, pero que a pesar de esta innovación sigue apostando por formatos que se han ido desgastando por malas prácticas.