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En 2018, la Procuraduría Federal del Consumidor, Profeco, calculaba el gasto en útiles y uniformes escolares, con un mínimo de 901.29 pesos o un máximo de 2,586.70 pesos.
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La Asociación de Papelerías del Estado de México estima que el aumento de gastos será de un cinco por ciento en el nuevo periodo escolar.
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Las marcas se ven obligadas a desarrollar acciones de marketing estacional para poder asegurar ventas exitosas.
Hacia el regreso a clases programado en el mes de agosto para todos sus niveles educativos, los esfuerzos de las marcas se centran en atraer a los consumidores para la adquisición de productos básicos: útiles escolares, uniformes y demás insumos para el desarrollo de los periodos lectivos.
¿Cómo afecta esta necesidad al mercado de consumo, a las acciones de marketing y a los consumidores? De entrada, sucede a través de un encarecimiento de la lista de útiles con respecto a otros años.
En 2018, la Procuraduría Federal del Consumidor, Profeco, calculaba el gasto en útiles y uniformes escolares, con un mínimo de 901.29 pesos o un máximo de 2,586.70 pesos en el caso de las niñas y un mínimo de 901.29 pesos o un máximo de 2,659.70 pesos, en los niños de educación básica -primaria-.
Para pagar el costo de las lista de útiles que la Secretaría de Educación Pública sugiere en el ciclo escolar 2019-2020, la Asociación de Papelerías del Estado de México estima que el aumento de gastos será de un cinco por ciento, aproximadamente.
Se trata, pues, de un periodo complicado para las marcas y para las precarias economías locales, lo que obliga a las marcas a desarrollar diferentes campañas que permitan potenciar.
Las marcas se ven obligadas, por ejemplo, a desarrollar acciones de marketing estacional para poder asegurar ventas exitosas. En este terreno el mercado se amplía más allá de las marcas de insumos escolares y escala a ofertas de moda, electrónica, equipos de cómputo y más.