El Instituto Mexicano del Seguro Social informó que en el primer semestre del año, se crearon 289,301 empleos formales, 186 mil 819 menos que en el primer semestre de 2018 (476,120), una baja de 39 por ciento.
Encontrar un puesto formal y permanente es complicado, pero se hace aún más cuando se cometen errores básicos que no se hacen evidentes hasta que se ponen en el nuevo contexto, inundado con tecnologías innovadoras y generaciones destacadas como los Millennials.
Algunas veces recibimos cualquier consejo buscando que las probabilidades crezcan y quedarnos con la vacante, pero siempre hay que colocar en contexto y adaptar las condiciones de acuerdo con la industria y el empleo que se busca.
Vestirte con el traje que jamás usas
La presentación es importante. Si bien gran parte de las empresas en México continúa con prácticas tradicionales y añejas, acudir a una entrevista de trabajo con el traje que has tenido guardado por años no es la mejor idea, estarás incómodo y no reflejarás lo que realmente eres como profesional. Incluso en puestos creativos resulta poco creíble que alguien de la profesión vista de manera formal en exceso, por el contrario, los tenis son un artículo que avanza como un básico en todos los niveles.
Sin embargo, en áreas como contabilidad o direcciones, la formalidad sí es importante, pero siempre con un toque casual. Si no estás acostumbrado a la ropa formal entonces seguramente tu puesto no lo requiere, porque los profesionales se acostumbran a la vestimenta de acuerdo con su área, así que no debes exagerar en el día decisivo.
Llegar con hojas en Word
Los CV en Word son cosa del pasado, ser original es un plus al aplicar en una compañía que sigue tendencias ad hoc a la actualidad, por ello puedes llegar con una hoja, que aplica con aquellas empresas que viven en el pasado, pero puede ser desde un pdf con un diseño atractivo, no con varias horas de puro texto en Word.
Llegar con antelación
El consejo siempre es llegar temprano, llegar antes de la hora en la que te cita recursos humanos, pero hay que recordar que la impuntualidad no sólo es llegar después de la hora, sino antes. En realidad llegar en punto es lo ideal.
