Apple, la compañía pública más rentable del mundo, ganó US$ 59,5 mil millones en 2018. Si bien parece una muy buena cantidad de dinero, es sólo la mitad de lo que obtuvo la empresa con mayores ganancias del mundo: Saudi Aramco.
Según informes diferentes de Moody’s y de Fitch, la compañía petrolera saudita ganó US$ 111 mil millones el año pasado, eso es mucho más que lo obtenido por cualquier otra petrolera equivalente.
Veamos algunos ejemplos: ExxonMobil, la compañía del sector más grande de los Estados Unidos, alcanzó US$ 20,8 mil millones. Su rival, Royal Dutch Shell, la petrolera más importante que cotiza en bolsa, apenas US$ 23,4 mil millones el año pasado.
Los US$ 111 mil millones de beneficios netos logrados por Aramco superan largamente las ganancias de Apple (casi US$ 60 mil millones), las de Amazon (US$ 10 mil millones) y las de Alphabet (US$ 12,5 mil millones) juntas.
A la bolsa
En ese escenario récord, la gigante petrolera volverá a intentar salir a la bolsa con el apoyo de un selecto grupo de bancos de inversión.
Según Bloomberg, Aramco reinició los preparativos para una oferta pública inicial (OPI), lo que podría ocurrir a finales de 2019 o, como máximo plazo, a principios de 2020.
Aramco planeaba salir a la bolsa el año pasado, sin embargo no lo hizo, sin dar mayores explicaciones. La idea era poner a la venta el 5% de la compañía en lo que podría haber sido la mayor oferta pública inicial de la historia.
Según los informes de ese momento, la empresa buscaba recaudar US$ 100 mil millones en la oferta, lo que valoraría a la compañía en US$ 2 billones, o el doble que Microsoft, la compañía pública más valiosa con un valor de mercado de US$ 904,8 mil millones.
El nuevo plan podría verse afectado este año por la menor valuación del petróleo, así como por las preocupaciones entre los inversionistas en poner demasiado dinero que empresas basadas en la extracción de combustibles fósiles, que contribuyen al cambio climático y que se espera comiencen a perder espacios de poder.
La idea del príncipe heredero Mohammed bin Salman es listar a Aramco en Londres y también hacerlo en Nueva York, pero según Bloomberg, algunos le temen a los riesgos de enfrentar litigios en los Estados Unidos.
Cuando en 2018 suspendió su primera intensión de hacerse pública, a cambio y para utilizar el efectivo disponible, decidió comprar una participación de US$ 69 mil millones en el gigante químico local Saudi Basic Industries.
Según Moody’s, Aramco tuvo ingresos en 2018 por US$ 355,9 mil millones y una deuda de US$ 27 mil millones. Una de las razones de su crecimiento fue el aumento del 31% en los precios promedio del petróleo en 2018 en comparación con 2017.