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Singapore Airlines estĆ” en su gran momento gracias a una estrategia de mercadotecnia que apuesta al mercado de lujo.
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A Malaysia Airlines, los accidentes de 2014 la dejaron al borde de la quiebra.
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Ahora firmaron un acuerdo comercial y podrĆan volver a unirse, como lo fueron hasta 1972.
Si bien el “orgullo nacional” en ambos paĆses podrĆa frustrar todo intento de acercamiento, muchos analistas coinciden en decir que Malasya Airlines (MAS) y Singapore Airlines (SIA) podrĆan, perfectamente, forjar una alianza comercial que vuelva a unirlas.
AsĆ es, alguna vez, ambas fueron una sola unidad de negocio (Malasia-Singapore Airlines -MAS-), fue antes de que en 1965 Singapur se independizara de Malasia. La separación de las aerolĆneas llegó en la dĆ©cada siguiente, en 1972.

Ahora, tienen dos realidades muy diferentes: Malaysia Airlines se esfuerza por mantenerse a flote, mientras que su ex hermana es una de las aerolĆneas mĆ”s rentables del mundo.
Esta semana, se conoció que Malaysia Airlines acordó con su rival una asociación de gran alcance en vuelos, carga y mantenimiento de aeronaves, en una movida que, dicen los analistas, podrĆa anteceder a una posible fusión, publicó SMCP.
Singapore Airlines, que incluye la aerolĆnea insignia SIA, la unidad regional SilkAir y la aerolĆnea de bajo costo Scoot, tiene mĆ”s de 210 aviones, transportó a 35,5 millones de pasajeros el aƱo pasado y generó cerca de US$ 12.000 millones en ingresos anuales.

SIA ha ganado numerosos galardones internacionales por la puntualidad de sus vuelos y es muy conocida por su servicio de lujo, que incluye la conexión sin escalas mÔs larga del mundo: un viaje de 19 horas desde Singapur a Newark, Nueva Jersey.
En contraste, MAS no para de perder y se mantiene gracias a las inyecciones de dinero estatal. Sus ingresos estĆ”n limitados por la fuerte competencia de las aerolĆneas low cost y carga con el lastre de la mala reputación ganada con las tragedias de 2014 con los vuelos MH370 y MH17.

MAS, junto con sus subsidiarias MASWings y Firefly, transportó 16,1 millones de pasajeros en 2018. La compaƱĆa cuenta con 113 aviones en servicio, muchos de los cuales son Boeing 737 y turbohĆ©lices de fuselaje angosto para atender rutas nacionales y regionales.
Desde hace un tiempo el gobierno de Malasia viene estudiando la idea de cerrar la empresa y, a principios de esta semana, el primer ministro Mahathir Mohamad dijo que era “probable” una venta, siempre y cuando “se conserve la identidad nacional del transportista”.
En un anuncio en conjunto, las dos aerolĆneas dijeron que su nueva asociación podrĆa convertirse en una “cooperación de gran alcance”, pero no hablaron de una posible fusión. Entre otras cosas, ofrecerĆ”n recompensas a los viajeros frecuentes de ambas aerolĆneas.
Una unión les permitirĆ” a ambas empresas posicionarse mejor para defenderse del creciente predominio de la aerolĆnea de bajo costo AirAsia, con sede en Malasia, porque podrĆ”n ofrecer una gama mĆ”s amplia de tarifas, y mĆ”s competitivas.
El mayor impedimento para una fusión es polĆtico: es mĆ”s bien un tema sobre identidad nacional de cada empresa en cada paĆs que un negocio. AsĆ hay que analizar la situación.
Otras grandes alianzas
No serĆ” la primera vez que aerolĆneas tan representativas de paĆses diferentes forjen alianzas. El Europa, Air France y KLM se convirtieron en parte de un mismo grupo de aerolĆneas franco-holandesas y British Airways e Iberia se convirtieron en la Ćŗltima de las grandes aerolĆneas del continente en unir fuerzas en 2010.