A pesar de su relativa seguridad, la inversión en los proyectos inmobiliarios no está libre de riesgos. Pero el que no se puedan evitar por completo los peligros de una iniciativa, no significa que las personas simplemente deben resignarse a la suerte. Hay varias buenas prácticas que es posible aplicar para reducir los elementos más preocupantes en la industria de bienes raíces. Y, de esta manera, disminuir la posibilidad que se cancele una obra.
De acuerdo con Sergio Felgueres Cabestany, presidente de RE/MAX México, los que hacen la inversión no revisan directamente estos riesgos. La evaluación de los elementos preocupantes cae bajo la responsabilidad de los desarrolladores. Apunta que también los costos directos e indirectos de una obra son manejados por los expertos al frente del proyecto. Pero sí es responsabilidad de las personas observar que se cumplan con las promesas que se hicieron.
Factores a vigilar en una inversión inmobiliaria
Cabestany señala que para los desarrolladores, la preocupación principal debería ser el precio del terreno. Apunta que, si un espacio se compra barato, puede venderse por un bajo o por un alto margen de ganancias. Pero, si la transacción es cara, entonces esta flexibilidad se reduce. Como esto afecta directamente en la viabilidad de la inversión, entonces las personas deberían vigilar que los expertos al frente de la obra hayan llegado a un buen trato en esta primera fase.
Además, el presidente de RE/MAX México apunta que también es importante vigilar la calidad de los materiales que se utilizan en el proyecto inmobiliario donde está la inversión.
En muchos casos, el desarrollador piensa que meter materiales más baratos es bueno para el proyecto porque va a abaratar el producto. Pero no es que solo lo vaya a abaratar. Lo va a abaratar y lo va a corrientar. Y entonces, si algo tenemos en esta época, es que los que está más informado de todo, es el cliente comprador. No visita un solo desarrollo, visita 20 desarrollos antes de tomar la decisión de comprar. Entonces, va comparando las calidades.
Según Felgueres Cabestany, ya los consumidores finales están muy preparados e informados. No se conformarán con el primer proyecto inmobiliario que se les venda. Así pues, para las personas que dediquen parte de sus recursos financieros a estas iniciativas, es fundamental exigir la mayor calidad posible a los desarrolladores. De lo contrario, no habrá público que compre espacios en la obra. Y si no hay demanda, no hay un retorno para la inversión.