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Desde hace más de un año se habla sobre la llegada del datacenter de Amazon a Argentina o Chile.
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Luego de la crisis económica, todo indicaba que Argentina sería imposible.
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Ahora surge una fuerte versión: Amazon Web Service se instalaría en la provincia de Jujuy, al norte del país.
Amazon Web Services (AWS) es el negocio que, según el mismo Amazon, es el más rentable de la compañía con más US$ 18.000 millones en ingresos (datos de 2017 a nivel global).
La instalación de un datacenter para su desarrollo en la región es una incógnita desde hace más de un año, y se escenifica en una disputa entre los dos países más interesados: Chile y Argentina-
A principios de 2018, todo indicaba que sería Chile el destino, en especial luego de que Amazon instaló en ese país una nueva oficina. En la inauguración estuvieron presentes las máximas autoridades chilenas en materia de inversiones y finanzas.
Sin embargo, algo parece haber cambiado y, luego de muchas evaluaciones, todo indicaría que sería Argentina la “bendecida”, más precisamente la provincia de Jujuy, al norte del país.
“Andrés Ibarra, vicejefe de Gabinete y secretario de Modernización del Gobierno nacional, asegura que Jujuy ha sido la provincia elegida por Jeff Bezos para instalar centro de datos en el país o, dicho de otro modo, para realizar la mayor inversión en toda la región”, publicó iProup.
Según el medio, Ibarra, muy cercano al presidente Mauricio Macri, asegura que Amazon tiene en carpeta avanza distintas iniciativas, entre ellas los “datacenters de borde” que se complementan a los nodos principales.
Hay que recordar que en octubre del año pasado, Amazon anunció la apertura de su primer centro de servicios al cliente en la región. Fue en Bogotá. En Brasil ya tiene dos de estos centros: uno en San Pablo y otro en Río de Janeiro.
Elecciones
Pero cuidado: hay que tener presente que Argentina está en pleno proceso preelectoral, y todo lo que se anuncia está cargado de algún interés político. Un anuncio de esta magnitud bien podría ser parte de una estrategia de campaña.
Dicho esto, según el mismo medio, la provincia del norte del país, Jujuy, “será la gran beneficiada, a partir de un trabajo muy importante de marketing y posicionamiento y gracias a sus bondades tanto geográficas como climáticas”.
IProUP dice que “fuentes cercanas a la secretaría” de Ibarra le confirmaron que, efectivamente, “el país está más en carrera” por quedarse con el gran negocio de los datacenters de la firma de Jeff Bezos, aunque aclara que no hablaron de tiempos.
Ubicada en el extremo norte, Jujuy es una de las provincias con menor desarrollo del país.
Carlos Alfonso, secretario de Modernización de Jujuy, le dijo a Iproup que “están trabajando para convertirse en el polo de datacenters de Argentina” y que tienen un convenio de hermandad con la provincia china de Guizhou, que se caracteriza por haber desarrollado la industria de big data en ese país.
Entre los factores que podrían haber torcido en favor de la Argentina la decisión de Amazon es que en Jujuy existe una zona franca de 90 hectáreas en La Quiaca, con exenciones de impuestos. Además, allí hay una amplitud térmica moderada y una temperatura que no resulta muy elevada.
Asimismo, es una zona antisísmica, algo clave en la comparación con Chile, y está lejos del mar. Además, tiene cerca energías renovables.
El desembarco significaría unos US$ 1.000 millones solamente para la construcción del centro de datos y cientos de empleos de calidad impulsados por la transformación digital.
¿Y Bahía Blanca?
Hasta ahora, la ciudad argentina que había sido “nominada” como posible receptora del AWS era Bahía Blanca. En la ciudad del sur argentino hay unos 1.200 megavatios en centrales térmicas con posibilidades de otros 280 MW adicionales. Esto es clave para este tipo de instalaciones que consumen mucha energía y demandan refrigeración constante (y barata).
También hay unos 600 MW eólicos en proyectos en la zona de influencia que multiplicarían la oferta energética.
Además, es una ciudad costera, con fácil acceso al agua para el uso en refrigeración y con una temperatura media anual baja (15,7 grados centígrados).
