La inversión no es solo un concepto que emplean los negocios cuando quieren crecer a futuro o redoblar sus esfuerzos en algún proceso o actividad fundamental. También los individuos tienen la necesidad de dedicar el excedente de sus ingresos a alguna actividad productiva. De esta forma, pueden evitar que su dinero pierda valor con el tiempo. Y, al escoger los proyectos correctos, incluso pueden lograr que sus recursos de hecho generen una ganancia importante.
Pero hay muchos proyectos y formas en las que una persona puede ejercer la inversión. Por ejemplo, una persona podría comprar una moneda extranjera relativamente estable (como el dólar) y venderla a un precio mayor en el futuro. Sin embargo, los altibajos económicos hacen que sea un proyecto riesgoso. Otra alternativa es comprar títulos y acciones de compañías exitosas. Pero como lo demuestra la historia, este enfoque tampoco está libre de peligros.
¿Y qué hay de la inversión inmobiliaria?
Inversión en bienes inmuebles: una apuesta sólida
Sergio Felgueres Cabestany, presidente de RE/MAX México, apunta que los proyectos inmobiliarios son una inversión relativamente segura. Apunta que es muy difícil que los bienes raíces pierdan valor. Por esta razón, cuando se realiza una inversión en ellos, es casi seguro que el dinero dedicado al proyecto puede recuperarse de una forma u otra. El experto reafirma cómo este tipo de desarrollos casi nunca se devalúan. Más bien hay un reajuste de precios.
[Podemos ver cómo hay casos de casas o edificios que son más baratos que antes. Pero] en muchos casos, los precios se ajustan. Estamos ahora en un momento en el que los precios se están ajustando. Pero esto no es porque el inmueble se esté devaluando. Más bien, la inversión estaba sobrevaluada. Entonces, ahorita su precio está regresando a su valor real. Pero los bienes inmuebles […] no solamente conservan su valor. Además, generan plusvalía.
Felgueres apunta que, si una persona compra un departamento, puede rentarlo en entre el 0.4 y 0.5 por ciento de su valor mensualmente. Anualmente, significa una ganancia de hasta seis por ciento anual. El experto, aunque reconoce que esta ganancia es menor a las tasas bancarias, se le debe sumar la plusvalía. Así pues, se trata de un retorno híbrido que resulta en buenas ganancias que, además, parten de una buena inversión.