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China es todavía el principal centro de manufactura de Apple, con más de 350 centros de fabricación en el país
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En número de proveedores, el país donde la tecnológica tiene más aliados es Taiwán, con 46 (frente a los 41 de China)
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Otros países relevantes donde la marca tiene actividad de manufactura son EEUU, Corea del Sur y Japón
La guerra comercial entre Estados Unidos (EEUU) y China no ha sido bien recibida por el sector privado. Después que la administración de Donald Trump anunciara tarifas para importaciones valuadas en 300 mil millones de dólares (mdd), varias marcas han protestado. Hace unos días, una alianza encabezada por Best Buy empezó a testificar para convencer al gobierno de dar vuelta atrás. Pero otras marcas, como Apple, ya se preparan para lo peor.
Según Nikkei, Apple se contactó con sus proveedores. La marca les pidió calcular el costo de mover entre el 15 y 30 por ciento de su producción en China hacia el Sudeste Asiático. Incluso si las negociaciones entre Washington y Pekín llegaran a buen puerto, la decisión sería definitiva. Entre los factores de riesgo fuera de las tensiones comerciales, se citaron bajas tasas de natalidad, altos costos de personal y la sobre-centralización de las operaciones.
Al mismo tiempo, los principales proveedores de Apple admitieron al medio asiático que mover su producción fuera de China tomaría tiempo. Apuntaron que, en el futuro cercano, el país rival de EEUU seguiría como el principal centro de manufactura de la compañía. Señalaron además que la empresa estaría considerando diversificar su producción a varios países. Entre ellos, enumeraron a India, Vietnam, Indonesia, Malasia e, irónicamente, México.
Pánico en Apple por guerra EEUU-China
El conflicto entre las dos potencias económicas más grandes del mundo no solo ha afectado a Apple. A inicios de junio, China advirtió a sus ciudadanos que redujeran el turismo a tierras norteamericanas, por temores sobre tiroteos y robos. Huawei es también una obvia y muy visible víctima del conflicto. Por supuesto, otras empresas de EEUU también se han visto afectadas. Además de Samsung y Microsoft, también se debe sumar una posible lista negra.
Lo que destaca del movimiento de Apple es su determinación para salir de China lo antes posible, incluso cuando aún hay (un poco de) esperanza para una resolución pacífica. Es claro que la empresa considera que, si hay riesgo de un quiebre entre EEUU y la nación asiática ahora, no hay razón para creer que no sucederá en el futuro. En este sentido, se trata de una decisión prudente de la marca. Incluso, una que debía haberse tomado desde hace tiempo.
Por otro lado, es curioso que Apple todavía le dé tanta importancia a la manufactura de dispositivos. Al fin y al cabo, en sus últimas presentaciones de productos y servicios, la marca fue muy específica en querer dejar de depender de estos aparatos, en especial del iPhone. Si lo que dicen los proveedores es cierto, la inversión (financiera y de tiempo) para descentralizar la manufactura de China será particularmente costosa.
Si Apple le apuesta a dejar el iPhone en el corto y mediano plazo, para enfocarse en servicios (ya radicados en EEUU), ¿porqué tanto énfasis en salvar su manufactura cuanto antes? Incluso podría entenderse que la compañía no confía tanto en su plan a futuro como lo da a entender.