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Huawei entró por orden de Trump en la lista negra de marcas con las que las empresas estadounidenses ven limitada su capacidad de comerciar.
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El gigante chino contraataca con represalias a compañías de Estados Unidos.
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Ahora es el turno de Verizon.
La guerra comercial “tech” avanza sin freno entre los Estados Unidos y Huawei. La última novedad es que el gigante chino le dijo a Verizon Communications que la operadora estadounidense debe pagar los derechos de licencia relacionados con más de 230 patentes del fabricante chino de equipos de telecomunicaciones.
En conjunto, reclama más de US$ 1.000 millones, publicó el Wall Street Journal.
Las patentes en cuestión abarcan desde equipos de redes a infraestructuras de telecomunicaciones a tecnología de la Internet de las Cosas, señalaron las fuentes al medio estadounidense.
Esto no hace otra cosa que agravar la tensión entre el gigante chino y los Estados Unidos, una relación que está llegando a un punto límite para numerosas empresas que tienen a Huawei entre sus clientes más preciados.
De acuerdo con el WSJ, un directivo de Huawei, que es el encargado de las licencias de propiedad intelectual, escribió a Verizon advirtiéndole que debía pagar para “resolver el problema de las licencias de patentes”. Verizon no es cliente de Huawei, pero utiliza equipos que están fabricados con componentes que sí forman parte de las marcas del universo del gigante chino.
Huawei viene peleando con el gobierno de los Estados Unidos desde hace más de un año. A los expertos en la seguridad estadounidense les preocupan que las back doors de los equipos de telecomunicaciones de Huawei puedan permitir que el gobierno de China espíe las comunicaciones de Trump y sus ministros.
Huawei niega sistemáticamente que podría ayudar a China a espiar a los Estados Unidos, pero obviamente no le creen.
Reuters consultó a T-Mobile y a AT&T para saber si están teniendo los mismos problemas que Verizon, pero no respondieron a las solicitudes. Sprint Corp no quiso hacer comentarios.
El mes pasado, Estados Unidos colocó a Huawei en una lista negra que prohíbe a los anotados hacer negocios con compañías estadounidenses por razones de seguridad, lo que llevó a algunas empresas tecnológicas mundiales a cortar lazos con el mayor fabricante de equipos de telecomunicaciones del mundo. Una de ellas es el mismísimo Google.
La “guerra” ya venía enardecida desde que a finales de 2018, Washington promovió la detención y extradición de la ejecutiva principal de Finanzas de Huawei, Meng Wanzhou, en Canadá. Es la hija del fundador del grupo chino.
FedEx, otra en problemas
La semana pasada, Huawei dijo que había perdido la confianza en la transportista estadounidense FedEx, que se encarga de la entrega de la mayoría de sus envíos internacionales.
Así es, la fabricante china de teléfonos puso en duda la confiabilidad de FedEx. De acuerdo con Reuters, en base a información proporcionada por Huawei, FedEx desvió dos paquetes que tenían origen en Japón y estaban dirigidos a la sede central de Huawei en China. Según la marca del gigante asiático, los redirigió a los Estados Unidos.
Para FedEx sería un gran problema perder el cliente: tiene una muy buena cuota de mercado en el negocio de entregas en China (20%), sólo después de DHL y por encima de China Post y UPS.
El problema no es menor. La inclusión de Huawei a la lista negra de Trump podría afectar a unas 1.200 empresas que son proveedoras estadounidenses casi exclusivas del grupo chino de telecomunicaciones.
Los mayores problemas para el gigante chino ante la pérdida de acceso a los proveedores de los Estados Unidos incluyen dos áreas críticas: seguridad cibernética y semiconductores.
Otro problema: las fábricas de Huawei en China utilizan numerosas máquinas de origen estadounidense como Dell y Camalot Prodigy.