La inglesa Jaguar Land Rover unirá sus fuerzas con la alemana BMW para impulsar el desarrollo de vehículos eléctricos. De esta forma, se produce una de las alianzas que faltaba en el cambiante mundo de los (desesperados) fabricantes de automóviles que buscan ahorrar dinero.
El prestigioso fabricante de automóviles inglés, propiedad de la india Tata Motors, y la famosa marca de deportivos premium alemana trabajarán juntos para materializar motores a batería que sean lo suficientemente veloces, autónomos y confiables en un escenario de alta competencia.
No es la primera alianza que BMW anuncia este año. En febrero, dio a conocer que con Mercedes-Benz invertirán 1.000 millones de euros (US$ 1.150 millones) en el futuro del transporte. La cooperación entre ambas alemanas tomará la forma de cinco compañías separadas y abarca carros autónomos, vehículos de paseo, scooters eléctricos, autos compartidos y servicios de carga de automóviles eléctricos.
Nick Rogers, director de ingeniería de Jaguar Land Rover, dijo este miércoles en Londres que está claro que el negocio se encuentra en una etapa de “transición” y que para desarrollar nuevas tecnologías las empresas no pueden superponerse, “lo que hace que la colaboración sea beneficiosa para ambas partes”.
Calificó como “el mayor cambio tecnológico en la industria automotriz en una generación” al avance de los impulsores eléctricos y dijo que “es esencial que se trabaje de forma conjunta”.
Cuando el CEO de JLR habla de trabajar unidos quiere decir “ahorrar costos” de desarrollo entre todas las empresas hasta saber cuál es la tecnología que será la más viable comercialmente.
Su par alemán, Klaus Fröhlich, responsable de Desarrollo de BMW, dijo que “la industria automotriz está experimentando una fuerte transformación” y que “la colaboración es clave para el éxito, también en el campo de la electrificación”.
Según los términos del acuerdo, las dos compañías ahorrarán dinero a través de la investigación compartida y la planificación de la producción, así como la adquisición conjunta de insumos.
Los ingenieros de cada compañía trabajarán juntos en una base de investigación con sede en Munich, pero luego cada marca construirá sus nuevos productos en sus respectivas fábricas.
No se dieron a conocer los términos financieros del acuerdo ni dieron detalles de la magnitud de la inversión.
Ambos CEO se negaron a decir si la asociación podría ir más allá de los sistemas de propulsión eléctrica.
BREAKING – @BMWGroup confirms details on EV tech that it and @JLR_News will be working on. Project will be based on 5th-gen electric drive units that will make debut in next year’s iX3 SUV. Additional info now live at https://t.co/Yh2L0WESUx
— John McIlroy (@johnmcilroy) June 5, 2019
Cómo impacta en cada marca
La asociación llega algo tarde para Jaguar, que en mayo reportó la mayor pérdida anual de su historia debido a la desaceleración de sus ventas en China.
La compañía dijo en el resumen anual que finalizó en marzo que sus costos se dispararon y que el alicaído mercado de los vehículos diésel fue uno de los responsables de la mayoría de las pérdidas.
Jaguar Land Rover solo vendió 579 mil vehículos a nivel mundial en 2018, una caída de más del 6 por ciento interanual.
BMW también está luchando en el nuevo mercado automotriz: en su último reporte informó que quedó con sus números en rojo por primera vez en una década debido a que debió cubrirse ante una posible multa de los reguladores de la Unión Europea.
Aunque BMW es más grande que JLR (fabricó en 2018 poco más de 2 millones de autos), la escala de ambas combinadas es mínima al lado de gigantes de la industria como VW o Toyota, que comercializaron más de 10 millones el año pasado.
El otro gran fabricante es la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, que en conjunto también está por encima de los 10 millones.
Esta alianza superará a todos si se suman los más de 4 millones que fabrica Fiat Chrysler Automobiles, compañía con la que Renault está a punto de fusionarse.