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Huawei enfrenta complicaciones de hardware más allá de los problemas con las actualizaciones de Android.
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Son los chips de sus smartphones y equipos de redes de comunicaciones.
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Por ahora, una consultora asegura que tiene suficiente margen como para sostener su negocio hasta fin de 2019. ¿Podrá?
El gigante tecnológico chino Huawei tiene suficiente stock como para poder mantener sus negocios, al menos, por lo que resta de 2019. Así lo asegura la consultora de inversiones CLSA.
Los negocios de Huawei a los que se refiere son los teléfonos inteligentes que comercializa en gran parte del mundo y los equipos de redes 5G.
La posibilidad de Huawei de soportar una disputa extensa llega en medio de los temores de los comercializadores de la marca china relacionados con que ésta no pueda hacer frente a la tensión comercial entre Estados Unidos y China.
La semana pasada, Washington agregó a Huawei a una “black list” que restringe su capacidad para hacer negocios con empresas estadounidenses.
Ese recorte provocará que, entre otras cosas, desde agosto Huawei ya no pueda recibir las actualizaciones de Android, sistema operativo de Google, ni de sus aplicaciones estrella (Gmail, Youtube, Drive).
Por el lado del hardware, según CLSA, el negocio de smartphones de Huawei tiene un stock de insumos que le alcanzan por lo menos por cinco o seis meses más. En el caso de los equipos de redes 5G, el abastecimiento almacenado o ya contratado es mayor: para 10 o 12 meses.
La consultora le dijo a CNBC que igualmente “será clave cómo avancen las conversaciones comerciales en los próximos meses, porque la situación sigue siendo bastante crítica para su supervivencia futura”.
Desde hace tiempo, previendo este tipo de acciones de Donald Trump y en un intento por reducir su dependencia de los proveedores estadounidenses, Huawei ha venido invirtiendo en en su propia tecnología de chips, especialmente para procesadores de teléfonos inteligentes y redes 5G.
Unos son los que diseña la compañía HiSilicon, filial de Huawei. Con estos productos, la empresa china satisface buena parte de su demanda.
Sin embargo, la clave para saber cuánto puede sobrevivir Huawei es otra empresa, la taiwanesa Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), uno de los mayores fabricantes de chips del mundo.
El informe de CLSA dice que TSMC es “crucial” para Huawei. “No importa lo excelentes que sean los diseños de chips de HiSilicon, la compañía no puede vivir sin TSMC, ya que la taiwanesa fabrica los chips más avanzados de HiSilicon. Esto significa que TSMC es fundamental para la supervivencia de Huawei y el plan de Trump para bloquear a Huawei y China”, apunta.
Por ahora, TSMC dijo que sus envíos a Huawei no están afectados por la inclusión de la marca china en la lista negra de los Estados Unidos.
Sin embargo, según CLSA, Huawei “todavía carece de tecnología crítica que creemos que depende en gran medida de los Estados Unidos”.
La consultora dice que el problema es que TSMC usa equipos y propiedad intelectual estadounidenses para fabricar algunos de los chips que luego exporta. Si la tecnología originada en Estados Unidos supera el 25% del producto, TSMC está sujeto a las regulaciones de la administración estadounidense, por lo que necesitará una licencia de ese país para suministrar a Huawei.
La guerra de nunca acabar
Esta disputa entre Estados Unidos y Huawei es un capítulo más de la larga confrontación entre intereses chinos y estadounidenses, una pelea que lleva más de un año y que comenzó con miles de millones de dólares en aranceles mutuos a las importaciones de bienes y servicios.
Es importante aclarar que el conflicto con Huawei no se trata de teléfonos, sino de equipos y software de telecomunicaciones.
El gigante chino es el mayor jugador mundial en ese creciente mercado, justo cuando se espera que explote con la llegada masiva del 5G. Los otros son Nokia, Ericcson, la china ZTE y Samsung.
Lo que más asusta a Trump es que esta tecnología china esté detrás de cada uno de los smartphones estadounidenses, incluso en los de las agencias federales.
Se trata de una “guerra silenciosa” de kits de redes, de protocolos y de certificados que no se ve, pero que subyace detrás de toda esta disputa.