Por Paco Santamaría y Anaí Aguilar
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Anaí Y. ¿Cuántas veces hemos escuchado el clásico pretexto de “no puedo ir porque no tengo dinero”? ¿No crees que a veces le damos mucho valor al dinero?
Paco X. El dinero es muy importante, un motor generador de cosas. Si fuera romántico te diría que el dinero no lo es todo, pero sí es todo. Mueve vidas, proyectos, pone en pugna a hermanos y no hermanos, genera recursos y contactos. El dinero no compra la felicidad, pero qué bien la renta ¿no?
Anaí Y. Definitivo. Aunque hay veces que sólo su concepto nos asusta. Que si tienes mucho dinero, porque tienes mucho dinero; que si no, porque eres un pobre idiota. Es una etiquetotota. ¿Tú, que eres el rey de las etiquetas, la usas mucho?
Paco X. Inconscientemente sí y mucho. Los medios, la opinión pública nos hace etiquetar a la gente entre en si tiene dinero o no. En pobres y ricos, y más en este país. Por ejemplo, en los medios se habla de que Carlos Slim, que es el hombre más rico de México y del mundo, este es su máximo atributo de marca y su posicionamiento más fuerte. A veces pienso muy dentro de mi que Slim debe de conseguir muchas cosas gratis con la marca: “soy el más rico de México y el mundo”, ¿tú que piensas desde tu edad y tu generación?
Anaí Y. Pones un ejemplo muy bueno, Slim primero “el hombre mas rico de México” y después empresario, visionario, creador y creativo. Aunque en mi generación el concepto de dinero ya es muy diferente. El dinero hoy, no es sinónimo de educación y clase. El dinero es para todos, no sólo para las clases altas. El que hace dinero tiene el mismo acceso que quien lo hereda. ¿En tu generación qué compra el dinero?
Paco X. Para mi generación, tener dinero es sinónimo de tener éxito. Es triste pero así nos educaron, para ser alguien en la vida, teníamos que hacer dinero. Y de mi edad , hay gente que tiene dinero , pero está vacía. En cierta forma es verdad, quien tiene dinero , dicta el baile, ¿o no en realidad?
Anaí Y. Real, súper real. ¿Crees que esto también sea algo cultural?
Paco X. Sí, como país , somos un país sin identidad real y con muchas pretenciones: somos clasistas, wannabes y discriminadores. Esto es una firma de nosotros: En México , tener dinero o no, es una clase social. ¿Definitivo no?
Anaí Y. Es una clase social, pero una nueva a la que yo llamaría de ‘accesos’. Ese esquema si ha cambiado. Las clases sociales viejas se han mezclado mucho. Pero aunque han cambiado, como investigadores de mercado tenemos que entender la variable ‘fuente de los recursos’. ¿Tú qué entiendes por eso? ¿Qué nos dice, que la clase social muchas veces nos llega a confundir?
Paco X. No me quedó muy claro, ¿a que te refieres?
Anaí Y. La fuente de los recursos de las personas o familia te ayuda a entender su estilo de vida y por lo mismo te enseña a venderles. No es lo mismo un director general de una agencia de diseño, el gerente de un corporativo grande, o el dueño de un puesto en la Central de Abastos. Aunque ganen lo mismo, y puedan acceder a la misma clase social, son consumidores muy muy diferentes. ¿Fui más clara?
Paco X. ¡Ah ya! Esto es estilo de vida. Mismo dinero, diferentes elecciones de vida y necesidades. Puedes tener mucho dinero o poco pero tener el mismo estilo de vida que Slim. Claro pero diferentes estados de cuenta bancarios. Para las marcas esto es importante saberlo.
Anaí Y. Exacto. ¿Cómo atraes el dinero de la gente? Finalmente es todo lo que queremos ¿no?
Paco X. Siendo generoso en todo lo que tienes, tu tiempo, tus sentimientos, tu experiencia y tu dinero. O sea compartiendo.
Anaí Y. Dinero atrae más dinero. ¿Estás de acuerdo que el enfoque financiero es el corazón de muchas cosas, en especial de los negocios?
Paco X. Sí y para muchos el dinero lo es todo. Pero al final es un invento de los humanos y sólo un invento.
Anaí Y. Eso sí. Un invento que no tiene valor.