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China teme que ahora Estados Unidos bloquee la provisión de componentes para Hikvision, la empresa que fabrica equipos de vigilancia.
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El gigante asiático, como respuesta, impediría la exportación de metales clave para la fabricación de iPhones, misiles y vehículos eléctricos.
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La guerra comercial entre las mayores potencias comerciales recién comienza.
El gobierno de los Estados Unidos está analizando la posibilidad de imponer sanciones similares a las impuestas para Huawei a una firma clave para China: Hikvision.
Según los grandes medios estadounidenses, este será uno de los pasos que Donald Trump seguirá en esta creciente tensión entre las dos mayores potencias comerciales del planeta.
De acuerdo con lo que publica este miércoles el New York Times, las restricciones a Hikvision limitarían la capacidad de la compañía para comprar tecnología de los Estados Unidos. La idea sería que las proveedoras deban ser autorizadas por el gobierno antes de suministrar cada componentes que le vendan a la firma china.
A fines de la semana pasada (el 18 de mayo), el gobierno de Trump sumó a Huawei Technologies a una “lista negra” relacionada con el comercio, prohibiendo a las empresas estadounidenses hacer negocios con el mayor fabricante mundial de equipos de redes de telecomunicaciones y el segundo vendedor de smartphones del mundo.
Estados Unidos viene acusando desde hace meses a Huawei de actividades “peligrosas para la seguridad nacional”, algo que la compañía china niega.
Un ejecutivo de Hikvision cuya identidad no fue revelada por NYT, le dijo al medio estadounidense que “si Estados Unidos deja de vendernos, podemos remediarlo a través de otros proveedores”. “Los chips que usa Hikvision son comunes y la mayoría de los proveedores están en China”, dijo.
Bloomberg también menciona el tema de la posibilidad de “banneo” a Hikvision.
Hikvision tiene un valor de mercado de más de US$ 37.000 millones y es el mayor fabricante de equipos de videovigilancia del mundo. Sus productos se utilizan en lugares públicos en prácticamente todas las grandes ciudades de China.
Con sede en la alta tecnología de Hangzhou, vende productos de circuito cerrado de televisión, cámaras térmicas y de tráfico, y drones.
Las acciones en Hikvision, 42% en manos de firmas estatales, abrieron con una caída del 10% este miércoles ante las versiones.
Si bien a simple vista no parecería que la prohibición pudiera afectar de manera significativa a Hikvision (sólo le vende el 10% de sus productos a Estados Unidos), el hecho de que Trump la sume a la lista negra podría hacer que otros países se plieguen, especialmente europeos, además de Japón y Australia, como pasó con el caso Huawei y las redes de comunicaciones.
La “opción nuclear” como respuesta
En paralelo, del otro lado de la frontera de la “guerra comercial”, China explora variantes para “atacar” a Trump.
Una es la llamada “opción nuclear” de prohibir las exportaciones de metales de “tierras raras” a Estados Unidos. Estos elementos, que abundan en la vasta geografía china, son vitales para la producción de componentes que impulsan los vehículos eléctricos, en los sistemas de audio y las cámara de los iPhones y ayudan a los misiles estadounidenses a alcanzar sus objetivos.
Los elementos, muy poco conocidos más allá de los químicos, geólogos y fabricantes especializados, son predominantemente extraídos y refinados en China.
A medida que aumentan las tensiones comerciales, los analistas se preguntan si Pekín usará esta “opción nuclear”, como la describe SCMP, como respuesta a lo que considera como “agresiones comerciales” por parte de Trump.
Esto no terminó, recién empieza.