Muchos caemos en el mismo error. Queremos facturar y vender más, más y más. Este es un error frecuente porque se cae en varios círculos viciosos que no necesariamente son lo mejor para la agencia, consultoría o marca ¿Qué prefieres vender más o vender mejor? Si esta pregunta me la hubieran hecho hace tres años, respondería que vender más mucho más, más facturación, más y más. Y mi respuesta estaría llena de necedad, obsesión, avaricia, ambición y no de estrategia. Respondería segado a vender por vender, pero ¿No será ahora necesario vender mejor? Si hoy tengo que responder qué prefiero, les diría que vender mejor. Quiero vender mejor y eso te da mucha más visibilidad, estrategia, visión y rentabilidad de negocios.
¿Por qué vender mejor en 2019? Porque es un año atípico, típicamente normal de entrada de sexenio. Con incertidumbre y mucha gente espera que el gobierno nos resuelva nuestro esquema de hacer negocio. Desde hace años estamos muy acostumbrados en América Latina como un modo cultural a que la vinculación con el gobierno o sus intermediarios, era sinónimo de negocios seguro y enriquecimiento para pocos. El esquema ha cambiado y más que preocuparnos, debimos empezar, hace mucho tiempo, a ocuparnos por nuestro micro cosmos y nuestro círculo de negocios. Ya los que ganaron que celebren su victoria y los que no les gustó quién ganó, que se resignan y que generen el cambio o un movimiento para generar una evolución y sean una oposición real. Es hora de ponernos a trabajar todos. Por nuestro bien y por el de nuestra economía compartida. Nada lograremos polarizando más y no hacer nada. Es momento de impulsar el consumo y la economía y no esperar nada más del gobierno que sus funciones básicas. El ADN del gobierno es facilitar políticas públicas no ser un agente de negocios y mucho menos un a suite de negocios para pocos afortunados.
¿Qué es vender bien?
No se trata de vender por vender. Y menos ahora que hay incertidumbre en el ambiente y muchos tienen una resaca porque el candidato que ganó no es el que les gusta. Existe en el ambiente una especie de malestar social, como cuando despierta uno como cansado y de malas. Hasta cierto punto es normal.
Vender bien es iniciar interacciones comerciales estables, a largo plazo, con visión, confianza y magnitud de alianzas reales. Con intereses en común.
Vender bien es tener pocas cuentas bien rentables, bien remuneradas que te requieran un tiempo adecuado en proporción a la calidad de asesoría, retribución e inversión de tiempo.
Vender mal es tener muchas cuentas mal pagadas que te hagan invertir demasiado tiempo y que no generen ingresos rentables. Muchas cuentas que te generen relaciones comerciales destructivas y desgastaste. Eso no es vida ni realización, es un infierno en vida.
Vender bien es vender experiencias a largo plazo con relaciones comerciales fructíferas que hagan crecer a todo el entono. Vender bien es crecer con tu clientes, aliados, proveedores y colaboradores.
Vender bien es la satisfacción plena de tu vida laboral y profesional. Cuando vendes bien, se nota y lo proyectas a todos y eso genera una proyección positiva que da riqueza positiva para todos. Vender bien genera un ambiente exitoso para todos. Vender bien es un gran inicio.