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Se prevé que durante 2019, 72,4 por ciento de la población mundial en línea tenga acceso a las redes sociales.
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El sexo femenino se interesa más en plataformas genéricas visuales como Snapchat e Instagram, con un porcentaje de 61 y 52 por ciento respectivamente.
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Se prevé que durante 2019, el 72,4 por ciento de la población mundial en línea pueda tener acceso a las redes sociales, lo que representaría un incremento del 69,6 por ciento si se compara con los números registrados durante el 2016.
Las plataformas son vitales en las estrategias, no ha forma de ser una gran empresa, lanzar una campaña y no hacer uso al menos de una de ellas. Su influencia lleva a los desarrolladores a buscar elementos para obtener datos qué ofrecer y por ende también se ponen en riesgo al aventurarse a detectar cada movimiento.
Ubicación
Snapchat da el mejor ejemplo en este sentido. Al ofertar la ubicación del público meta, la plataforma también brinda la posibilidad de stalkear. Snap Map da la posibilidad de ubicar a un amigo en donde se encuentra e incluso a un enemigo, en un contexto en el que resulta peligroso proporcionar datos tan específicos que pueden derivar en acoso o violencia.
Snap Map da la opción de colocar qué estás haciendo en el mapa y que el dato permanezca activo durante 4 horas, actualizado en cualquier momento; además, una descripción de donde se encuentra y un Bitmoji con lo que está haciendo. Aunque con esto buscan promover los encuentros en persona, lo cierto es que es un riesgo latente.
Otro ejemplo lo da Twitter desde iOS. Un error de privacidad recopiló la información de ubicación aún cuando los usuarios optaron por desactivar su ubicación precisa. Esto terminó en manos de algunos socios publicitarios.
Desinformación
La salud es uno de los temas más afectados con la falsa información, una responsabilidad que enfrentan las redes sociales, ya que toda gran influencia implica la misma proporción de responsabilidad para la sociedad. Facebook, Instagram e incluso WhatsApp, que se ha convertido en una fuente inmensa de desinformación y estafas, por lo que urge hacer algo al respecto.
Mala reputación
Actualmente los procesos de recursos humanos indican que también se revisan las redes sociales personales de los candidatos como referencia para conseguir el puesto, por lo que colocar imágenes que no parezcan apropiadas para los reclutadores podría ser contraproducente para el usuario.