A la hora de que tu productividad no se vea reducida considerablemente, debes tener en cuenta las pausas. Uno de los tipos de pausas que más ayudan en el trabajo son las pausas activas. Así que si no sabes en qué consisten, no te preocupes porque a continuación te explicaremos todo sobre ellas y los beneficios que tienen en el trabajo.
¿Qué son las pausas activas?
Básicamente, se podría definir las pausas activas como breves momentos durante la jornada laboral y en los que las personas recuperan energía para seguir con el trabajo. Es decir, a lo que ayudan este tipo de pausas es a reducir la fatiga laboral y prevenir el estrés.
Aunque creas lo contrario, las pausas activas no son dejar de trabajar sino que consiste en tomar pequeños descansos durante la jornada laboral para que así los músculos puedan liberar la tensión acumulado y poder continuar así con tu trabajo sin dolor o cansancio.
¿Por qué debes hacer pausas activas?
Cuando estás trabajando, los músculos que son llevados al extremo y permanecen estáticos acumulan desechos tóxicos que producen fatiga, dolor en hombros y cuello y esto es lo que se conoce como estrés y a paliar esto es para lo que sirven este tipo de pausas.
¿Cuál es la duración correcta de las pausas activas?
Al empezar la jornada, debes hacer pausas activas para que así los músculos tengan un estiramiento previo antes de iniciar tu jornada laboral. Además, cada 2 o 3 horas durante el día también puedes tomar este tipo de pausas y, asimismo, al terminar la jornada y la duración idónea de este tipo de descansos es de 5 a 10 minutos.
Aunque pueda parecer poco tiempo, lo cierto es que el cuerpo va a obtener la energía necesaria para continuar con las actividades y también disminuir los índices de enfermedades ocasionadas por la fatiga o el estrés, así como evitar lesiones y mejorar tu productividad.
¿Cómo hacer una pausa activa de forma correcta?
A la hora de hacer las pausas activas durante la jornada laboral, debes tener en cuenta estos consejos que te ofrecemos para realizarlas de forma correcta:
- La respiración debe ser lo más profunda, lenta y rítmica posible.
- Relájate.
- Realiza ejercicios de movilización en la articulación antes de estirar.
- Concéntrate y siente el trabajo de los músculos y articulaciones.
- Siente el estiramiento y consérvalo activo entre 5 a 10 segundos.
- Nunca debes sentir dolor.
- Realiza siempre el ejercicio antes de sentir fatiga.
- En primer lugar realiza ejercicios para relajar la zona de tu cuerpo donde sientes que se acumula el cansancio.
- Si quieres que el ejercicio sea beneficioso tienes que hacerlo suavemente y con la respiración adecuada.