El mercado de automóviles mundial está pasando un momento de transición. Hay varios puntos a considerar:
Primero, la guerra comercial entre los Estados Unidos y China retrasa gran parte de las decisiones en las empresas. En especial, aquellas que tienen que ver con las instalaciones de nuevas fábricas o las estrategias de expansión hacia nuevos mercados.
Se están anunciando muchos planes en este sentido, pero muy poco se está concretando hasta saber fehacientemente qué pasará entre Washington y Beijing.
Por otra parte, la industria automotriz está en pleno punto de inflexión, un cambio de raíz que apunta al cambio desde los motores convencionales a los eléctricos (u otras tecnologías), lo que también marca el pulso de las grandes decisiones.
En este sentido, están siendo cada vez más habituales las grandes alianzas estratégicas con la idea de compartir los gastos en la exploración de nuevas tecnologías. Mercedes-Benz y BWM, Volkswagen y Ford, Fiat y Chrysler, y la ya histórica unión de Nissan y Renault son algunos de los ejemplos.
En este escenario, complicado por cierto, no llama la atención que marcas como BMW haya presentado resultados desalentadores este primer trimestre, con ganancias que cayeron un 78% respecto del mismo periodo del año anterior.
En este caso, el fabricante de automóviles alemán tiene una excusa: se vio obligado a destinar 1.400 millones de euros para cubrir una posible multa de las autoridades antimonopolio de la Unión Europea.
La marca de lujo con sede en Múnich dijo este martes que la previsión redujo su margen de ganancias operativas en alrededor de siete puntos porcentuales. Así, el beneficio operativo fue de 589 millones de euros, frente a los 2.700 millones de euros del año previo.
Por su parte, los ingresos en el trimestre cayeron un uno por ciento hasta los 22.400 millones de euros, apenas por arriba de los 22.300 millones esperados por los analistas.
Con poco más de 600 mil unidades, la producción de vehículos se mantuvo estable: apenas creció un 0,1 por ciento respecto del año anterior.
Según dijo el presidente ejecutivo Harald Krüger, será un primer semestre difícil, pero “esperamos que las empresas se beneficien de los vientos de cola en la segunda mitad del año”. Krueger asienta su optimismo en nuevos modelos que la marca alemana lanzará desde junio.
Monopolio
Las previsiones de los 1.600 millones de euros tienen relación con una probable sanción de las autoridades antimonopolio de la UE. Un informe preliminar, después de una investigación de dos años, dice que BMW y otros cuatro fabricantes de automóviles alemanes se aliaron para retrasar la introducción de tecnología de emisiones limpias.
BMW lo niega, pero igualmente debe preservar eso millones por si su impugnación no es considerada.
Como la mayoría de las automotrices, BMW está en un plan de recorte. En marzo pasado, anunció un ahorro de 12 mil millones de euros para compensar la necesidad de invertir en desarrollos tecnológicos, ya que está en una estrategia de electrificación de su flota y en busca de ver cómo se inserta en el mercado de la auto-conducción.
Mega alianza: Mercedes-Benz y BMW
En febrero de 2019, Daimler (dueña de Mercedes-Benz) y BMW anunciaron una inversión millonaria conjunta en distintos desarrollos y servicios de transporte. Serán US$ 1.150 millones para la creación de cinco empresas que administrarán de forma conjunta.
La cooperación entre BMW y Daimler tomará la forma de cinco compañías separadas:
- Reach Now para servicios multimodales
- Charge Now para cargas de autos eléctricos
- Free Now para servicios de taxi estilo Uber
- Park Now para servicios de estacionamiento
- Share Now para un servicio de autos compartidos