La tendencia “foodie” es mucho más que una moda pasajera. Cada vez son más los que comparten fotos en Instagram -y otras redes sociales- de los platos que elaboran en sus casas o los que van a comer en cualquier restaurante.
Las fotografías de este tipo integran el selecto grupo de las más compartidas al día en Instagram, y los dueños de los restaurantes lo saben.
Por esto, crece la decisión de los sitios de comida de incluir en sus estrategias de mercadotecnia decoraciones que atraigan el interés de los usuarios de Instagram.
El objetivo es tentarlos para que obtengan más fotos y las compartan, con la idea de que sirvan como publicidad del lugar. Y gratis, por supuesto.
Jen Pelka, propietaria de The Riddler, en San Francisco, Estados Unidos, describe muy bien la situación: “Instagram es básicamente la nueva versión del boca a boca”, le dijo a CNBC.
Según los datos de este restaurante, aproximadamente la mitad de sus clientes publican fotos de su experiencia en el bar especializado en champaña. Pelka estima que casi todos sus clientes de afuera de la ciudad escucharon hablar de The Riddler a través de Instagram.
Para “obligar” a los instagramers a sacar fotos, The Riddler tiene un mural de una botella de champán en el exterior y las mesas en el interior están esmaltadas a mano con características muy fotogénicas.
Otro de los sitios donde los restaurantes hacen inversiones para incentivar las fotos de Instagram son los baños de mujeres. Lo hacen con decoración de calidad e iluminación especial que genere el ambiente perfecto para que luego resulte en grandes imágenes.
Otro restaurante de la misma ciudad, Media Noche, se inspira en su decoración en La Habana. Los dueños trabajaron con una agencia de diseño (Hannah Collins Designs) para recrear la sensación de estar en Cuba.
El diseño que crearon incluye papel tapiz en los baños y azulejos a medida, siempre con la idea a hacer que los clientes obtengan buenas fotos y las compartan.
By Chloe, en Nueva York, es otro ejemplo de restaurante que apoya su estrategia en Instagram a través de incentivar las fotos de sus clientes. En los baños, a través de fondos divertidos y frases en sus espejos busca que la gente obtenga buenas selfies.
Por ahora, la tendencia se limita especialmente a pequeños restaurantes, pero algunas cadenas más grandes ya lo están poniendo en práctica. Taco Bell, por ejemplo, está tratando de llegar a los millennials con arte fotogénico en las paredes.