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Unilever, la dueƱa de Axe, consiguiĆ³ ingresos por 50 mil 982 millones de euros en 2018
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Los creadores de la campaƱa, 72andSunny, han trabajado con Google, National Geographic y Cheerios
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En los Ćŗltimos cinco aƱos, el valor de las acciones de la compaƱĆa de desodorantes se ha desplomado 33 por ciento
Las iniciativas comerciales de Axe siempre se han caracterizado por ser extravagantes. En 2013, ofrecĆa a sus clientes un paseo por el espacio a travĆ©s de un sorteo. Y en 2016, creĆ³ una serie de anuncios alrededor de los pensamientos que tienen las personas en el baƱo. Pero en el pasado, la marca tambiĆ©n ha sido instrumental en la construcciĆ³n de los estereotipos machistas. Desde 2017, ha buscado cambiar su legado con cada nueva campaƱa.
Su mĆ”s reciente intento es su campaƱa Bathsculinity. Los tres comerciales de esta estrategia cuentan con la participaciĆ³n del comediante Lilā Rey Howery. En todos, se busca vender el nuevo jabĆ³n corporal de Axe. Cada video de 15 segundos retrata al cĆ³mico en una tina de baƱo donde critica la presunta incompatibilidad entre la masculinidad y la limpieza. Esto, en un esfuerzo para que los hombres puedan disfrutar de un baƱo de burbujas sin prejuicios.
72and Sunny Amsterdam fue la agencia responsable de la iniciativa. De acuerdo con su director creativo, Adam Koppel, āel objetivo de la campaƱa Bathsculinity es iniciar una nueva conversaciĆ³n alrededor de la masculinidad en el siglo XXIā. AdemĆ”s de los comerciales, Axe colaborarĆ” con Wikipedia y Urban Dictionary. A travĆ©s de estas alianzas, la marca quiere que el tĆ©rmino sea oficialmente reconocido en las plataformas con el concepto que han diseƱado.
CampaƱa contra la masculinidad tĆ³xica
En los Ćŗltimos aƱos, varias marcas se han unido a la lucha social en contra de la masculinidad tĆ³xica, el machismo y la discriminaciĆ³n y violencia contra la mujer. A principios del aƱo, Gillette lanzĆ³ su campaƱa We Believe alrededor de estos temas, pero la reacciĆ³n del pĆŗblico no fue precisamente positiva. En el extremo opuesto estĆ” #LikeAGirl de Always, que generĆ³ una conversaciĆ³n abrumadoramente favorable para la marca, aunque sin salvarse de algunas crĆticas.
Los esfuerzos de Axe, Always y Gilette demuestran que el cause marketing es una estrategia cada vez mĆ”s popular. Sin ir mĆ”s lejos, tras el incendio en Notre Dame, los CEOs de varias marcas prometieron donar millones de euros para la restauraciĆ³n del recinto. La propuesta, por su puesto, impulsĆ³ la reputaciĆ³n de las compaƱĆas a las que representan. Y es que una campaƱa de este tipo es particularmente redituable, de acuerdo a varios agentes.
Sprout Social apunta que dos terceras partes de los consumidores quieren que las marcas definan una posiciĆ³n en temas sociales. Y Cone Communications reafirma que nueve de cada 10 comprarĆan a una compaƱĆa cuya posiciĆ³n sociopolĆtica concuerde con la suya. Y en estas cifras estĆ” el problema de la campaƱa. La lucha contra la masculinidad tĆ³xica corre el peligro de ser utilizada solo como una herramienta comercial mĆ”s en la estrategia de Axe.
Por supuesto, el riesgo no es para Axe. Al final, su participaciĆ³n le es conveniente. El peligro es para la causa social que estĆ” utilizando su campaƱa. Conforme mĆ”s marcas retoman el tema y lo hacen digerible al pĆŗblico a travĆ©s del humor y otros recursos creativos, podrĆa desvirtuarse la lucha. Lo anterior no significa que las acciones de la marca sean incorrectas. Solo que al sumarse a esta tendencia, estĆ” de potencial de provocar un desastre para el entorno sociocultural.