Cuando Netflix anunció que subiría sus precios en distintos mercados, consumidores de todo el mundo no dudaron en expresar su molestia. Pagar más de 20 dólares por este servicio, parece inconcebible para la mayoría de los consumidores.
Desde MarketWatch indican que los usuarios de este tipo de plataformas están dispuestos a pagar hasta tres servicios a la vez, por un precio no mayor a 50 dólares mensuales.
No obstante, siempre hay una excepción a la regla y existe una plataforma que cobra cerca de 3 mil dólares por alquilar una película. Aunque parece una locura, se trata de un servicio que ha demostrado ser rentable y cuyo crecimiento se concentra en una máxima de la mercadotecnia actual: no es llegar a todos los consumidores, sino aquello que representan valor real para la marca en cuestión.
Netflix para millonarios
Hablamos del servicio Red Carpet Home Cinema, un servicio de alquiler de películas vía streaming que sólo puede pagar el 1 por ciento de la población global.
¿La razón? Sólo son potenciales usuarios aquellos que disponen de un límite de 50 mil dólares en sus tarjetas de crédito y que estén dispuestos a abonar 15 mil dólares por el dispositivo que debe conectarse para la instalación del servicio.
De acuerdo con la descripción que puede leerse en el sitio web de la peculiar plataforma, Red Carpet Home Cinema “es un servicio de lujo que proporciona acceso a nuevas películas cuando se lanzan”.
El servicio tiene contratos con importantes casas productoras como Warner Bros., Paramount, Lionsgate, Annapurna y 20th Century Fox (ahora de Disney), con lo que garantiza a sus suscriptores tener de primera mano una gran parte de las películas que son tendencia por un pago que va de los mil 500 a los 3 mil dólares para disfrutar un estreno desde la comida de su hogar. Con este pago tienen derecho a reproducir dos veces cualquier película en un lapso de 36 horas.
En la actualidad, la plataforma fundada por el empresario Fred Rosen, está disponible en todo Estados Unidos, y se espera que el futuro próximo llegue a otras partes del mundo.
No son masas, son audiencias de valor
Al tener un número cerrado de suscriptores -que como se dijo se limita sólo al 1 por ciento de la población- podría pensarse que el servicio tiene muchas dificultades para ser rentable. No obstante, los números entregados por su fundador a The New York Times demuestran lo contrario.
A decir de las estimaciones de Rosen su servicio “no busca tener ni siquiera 10 mil suscriptores”; sólo se necesitan de 4 mil abonados anuales para generar ingresos por 300 millones de dólares al año.
En este sentido, no importa que sean pocos los suscriptores que registra el servicio; el gran acierto es que son rentables al ser consumidores que entregar verdadero valor a la propuesta.
La economía del engagement
EL caso anterior es un ejemplo de super segmentación en marketing, mismo que demuestra que el éxito para un producto en la actualidad, no está en llegar a las masas, sino a aquellos prospectos que representan verdadero valor de negocio para la firma.
Para muchos especialistas, este panorama determina la consolidación de la ‘economia del engagement’, en donde el compromiso que una marca es capaz de inspirar entre las audiencias es la principal moneda de cambio para competir en el mercado, mejorar la rentabilidad y optimizar el crecimiento de cualquier organización.
Basta con reconocer los datos publicados por Flowtown que revelan que en términos económicos conseguir un nuevo cliente es de 6 a 7 veces más costoso que mantener a uno existente, con lo que al incrementar en 5 por ciento el capital destinado a la retención de clientes el ROI puede optimizarse hasta en un 95 por ciento.
Si bien la premisa anterior es una de las máximas eje de la industria de la mercadotecnia desde sus inicios, la realidad es que en la actualidad se trata de un concepto matizado por nuevas formas de comercialización, consumidores más complejos y modelos de negocio que plantean nuevos paradigmas.